La educación es uno de los temas que más ocupa la mente de los padres cuando los niños alcanzan la edad para iniciar su formación académica. El kínder es el primer encuentro con la educación formal y tomarse el tiempo de elegir un centro de formación que aplique la educación bilingüe puede convertirse en la mejor decisión y ya veremos por qué.
Los pequeños de la casa viven en un aprendizaje constante cada día. Para ellos todo es nuevo y, por eso, se convierten en unas especies de esponjas que absorben todo lo que se encuentra a su paso, sea esto bueno o malo. De allí la importancia de encauzar su aprendizaje a lo que sea más provechoso, como ser bilingües, por ejemplo.
En este proceso, los padres se enfrentan al encuentro de emociones que produce que ya deban ir a la escuela y el deseo de permanecer con ellos el mayor tiempo posible. Para dar tranquilidad, lo mejor es escoger una escuela que aporte todo lo que hace falta para que se sientan seguros y confiados en que tomaron una excelente decisión. El primer paso es, entonces, elegir el mejor kinder en Lindavista o donde se viva.
Para valorar que se trate del lugar perfecto, hay que observar asuntos como el sistema de enseñanza (valorando como el mejor el que aplica un sistema híbrido), que todo el proceso esté guiado por profesionales en su área, que se trate de un ambiente cálido donde se sientan cómodos y que el respeto prive como un valor clave. Si además de todo esto, se basa en una educación bilingüe, todavía mejor.
Establece un mejor futuro
Ser bilingüe es una gran habilidad para cualquier persona, incluso para niños y adolescentes, porque se les abre un mundo de posibilidades mayores que cuando solo saben de un solo idioma, en este caso el español.
Además, muchas profesiones tienen su base originaria en el inglés, por lo que saberlo y entenderlo ayuda a recibir una educación profesional de más calidad y abre el camino para establecerse con un trabajo más fructífero, ya sea por cuenta propia o ajena.
Ayuda a entender mejor el entorno
Aprender otro idioma de manera simultánea a su idioma nativo tiene un importante impacto en el desarrollo cognitivo de los niños porque les permite estimular con más profundidad su sistema neurológico y así generar un pensamiento crítico de avanzada.
El aprendizaje de un segundo idioma a temprana edad ayuda a que los niños entiendan mejor cómo funciona su entorno e incluso se familiaricen con otras culturas, lo cual le produce un sentido de empatía por el resto de las personas y eso, casi siempre, los vuelve seres humanos más amigables.
Facilita pensar en ambas lenguas
Pensar es una condición inherente en todos los seres humanos, pero no todos lo hacemos con la misma rapidez ni tenemos la posibilidad de acertar en cada decisión que se genere de esos pensamientos. Sin embargo, cuando un niño empieza una educación bilingüe desde kínder, tiene facilidad para pensar con más fluidez logrando un sano desarrollo de cada idea.
A nivel académico, esto se traduce en que el niño tendrá más facilidad para hacer frente a las diferentes asignaturas y tareas que se generen logrando desarrollar todo con entusiasmo y obteniendo así un mejor desempeño, incluso en las materias más complicadas como las matemáticas.
A su vez, este beneficio estimula que tengan una mejor comunicación, tanto a nivel oral como escrito facilitando así la construcción de ideas coherentes y ayudando a que se pierda el miedo escénico cuando hace falta hablar frente a un público numeroso.
Una buena educación funciona como la base para que, en la gran mayoría de los casos, los adultos sean exitosos en su vida profesional. Y los niños son capaces de absorber este conocimiento, sin sentirse presionados, desde muy pequeños.