Los vallados metálicos se han convertido en una alternativa cada vez más popular. Al ser un recurso económico, con altas posibilidades estéticas y con grandes garantías de seguridad, se ha posicionado con gran impulso dentro de las estrategias decorativas y funcionales de los terrenos y jardines. El vallado metálico presenta una elevada durabilidad y, por otro lado, está sujeto a pocas necesidades de mantenimiento. A esto se le suma una importante capacidad adaptativa que le permite insertarse en todo tipo de entornos independientemente de cuáles sean las distancias o la forma del terreno.
Si estás pensando en vallar tu jardín, debes saber que existen diferentes alternativas en el mercado. Cada una de ellas proporciona una serie de prestaciones por lo que serán más o menos apropiadas en función de las características de tu terreno. Además, existen complementos especiales que pueden darle a tus espacios un toque más acogedor. Por ejemplo, el panel sandwich ha ganado una gran popularidad. Se trata de un material sintético que imita la textura de las tejas y que proporciona aislamiento térmico y acústico, así como una efectiva protección ante el sol o la lluvia. El panel sandwich teja es una excelente opción para techar el porche o construir casetas y cobertizos de jardín.
Pero, ¿conoces cuáles son las alternativas más comunes? A continuación te hablamos de los tipos de vallas metálicas que existen. ¡Presta atención!
Malla hércules
Se ha convertido en una de las propuestas más comunes para cercar jardines y delinear límites en zonas residenciales, dentro o fuera de espacios urbanos. Puedes encontrarla en esta tienda de malla tipo hércules. Su estructura está fabricada a base de alambre galvanizado de alta consistencia y recubierto por PVC para minimizar su deterioro. Su acabado estético (que se puede enriquecer a partir de complementos de diferente tipo) es elegante y sobrio, lo cual, unido a sus rasgos funcionales en materia de seguridad y practicidad la sitúan como una opción adaptable a todo tipo de contextos. Aunque es posible encontrar mallas hércules en todo tipo de gamas cromáticas, los diseños más generalizados suelen ir en blanco o verde.
Uno de los principales beneficios de la malla hércules es que presenta un aspecto estético más elegante que el resto de las opciones y, en parte, su precio ligeramente superior se debe a ello. Su proceso de instalación es realmente sencillo y puede ser abordado fácilmente por el comprador.
Es una de las opciones más comunes dentro del ámbito urbano. Podemos ver la malla hércules en jardines, piscinas, colegios y áreas residenciales. Puedes encontrar varios ejemplos en este otro fabricante de cerramientos metálicos.
Malla de simple torsión
Es la malla metálica tradicionalmente más extendida. Forma parte de una gran cantidad de entornos urbanos, pero también de tipo rural. Se trata de una valla minimalista, elaborada a partir de acero galvanizado (aunque también hay soluciones no galvanizadas). En ocasiones va recubierta de una capa plastificada que le proporciona un toque de color. Se comercializa en formato rollo, por lo que cuenta con una alta flexibilidad que le permite adaptarse de forma precisa a todo tipo de espacios y formas. Además, su firmeza y su resistencia también le atribuyen una larga vida útil. Durante su proceso de instalación, debe distribuirse a partir de postes que se repiten con cierta frecuencia (generalmente cada dos metros) y que le proporcionan una mayor estabilidad.
Recibe el sobrenombre de malla ciclónica y es uno de los formatos más tradicionales. Su apariencia presenta una estructura conformada por patrones romboides.Una de sus principales ventajas es su versatilidad. La malla de simple torsión es la malla todoterreno por excelencia porque puede integrarse fácilmente en entornos irregulares y superficies que presentan desniveles y relieves.
Su proceso de instalación es muy ágil y simple. Basta con cortarla, coserla y entrelazarla. El resultado es un vallado altamente homogéneo y en el que no se perciben cortes o contrastes visibles provocados por un cambio de rollo o un ensamblaje.
La malla de torsión está disponible en una gran cantidad de variantes dentro del mercado. Puedes encontrar precios relativamente variados atendiendo a factores como su diámetro o la calidad del alambre empleado.
Malla de triple torsión
Estéticamente es prácticamente igual a su análoga de simple torsión. No obstante, presenta algunos rasgos sustancialmente distintos. Por ejemplo, su estructura está creada a partir del entrelazado entre dos alambres a partir de tres torsiones. El resultado es una malla conformada por patrones romboides. A menudo suele recibir el sobrenombre de “valla de gallinero”, sin embargo, su grado de aplicación es más amplio y también goza de cierta presencia en entornos residenciales y urbanos. Una de sus ventajas más destacadas es la sencillez de su proceso de instalación y también su elevada resistencia y durabilidad.
Mallas electrosoldadas
La malla electrosoldada está formada por una estructura compuesta de alambres distribuidos de forma regular a nivel longitudinal y transversal. Estos se cruzan entre sí y se fusionan a partir de soldaduras eléctricas. Las mallas electrosoldadas pueden estar elaboradas a partir de acero común que posteriormente es sometido o un proceso de galvanización, o bien mediante acero inoxidable u otros materiales. En cualquier caso, sus procesos de fabricación la dotan de una alta resistencia a agentes externos, evitando o retrasando su corrosión y oxidación.
Este tipo de mallas poseen un cuerpo altamente ligero por lo que son muy fáciles de manipular. Gracias a ello, los procesos de instalación son más ágiles y cómodos porque el corte y el doblado es muy sencillo. Manipular y adaptar una malla electrosoldada a las características del terreno no exige ningún esfuerzo.
En el mercado podemos identificar una gran cantidad de variantes que presentan agujeros de diferentes diámetros así como distintos niveles de grosor y densidad.
Uno de sus rasgos más distintivos es la ausencia de nudos de fijación, por lo que minimiza los riesgos potenciales de que se generen heridas o infecciones ante accidentes. Este es, de hecho, uno de los motivos fundamentales por los que se ha convertido en una alternativa especialmente común a la hora de fabricar jaulas para animales. Además, la presencia de modelos con agujeros de diámetros muy reducidos, proporciona útiles alternativas para proporcionar seguridad y estabilidad a los animales más pequeños.
No obstante, su grado de aplicación va más allá de los usos ganaderos o con animales. Su presencia es igualmente acusada dentro de la industria de la construcción. A menudo suele emplearse como un refuerzo en muros de contención, estructuras hidráulicas, silos, losas o pavimentos. Por otro lado, también posee grandes aplicaciones dentro del entorno industrial, especialmente en lo que respecta al cercado de pequeñas parcelas, la limitación de huertos o la protección de plantas o animales.
Con el paso de los años, las vallas electrosoldadas han ido expandiéndose. Alguno de los principales motivos de su rápida expansión son su capacidad para adherirse a materiales densos como el hormigón, su ligereza, su resistencia, o la rapidez y sencillez de sus procesos de instalación.
Al igual que ocurre con el resto de variantes, es posible encontrar diferentes precios en el mercado. La valla electrosoldada puede ser cara o económica, dependiendo de variables como el diámetro de sus aberturas, el grosor y la densidad del alambre o el material del que esté fabricada.
Mallas ganaderas
También reciben el sobrenombre de mallas cinegéticas. Están configuradas especialmente para proporcionar cobertura dentro de los contextos ganaderos y agrícolas. Por supuesto, también son la opción más extendida para delimitar reservas cinegéticas (de ahí su nombre).
Estas mallas están elaboradas a partir de alambre galvanizado reforzado. Uno de sus principales rasgos distintivos es su resistencia, por lo que, de estar sujeta a impactos o roces con animales, por ejemplo, su estructura no presenta ningún tipo de deformación.
Por otro lado, su estructura facilita el tránsito de animales de pequeñas dimensiones como conejos pero impide el de animales de grandes dimensiones. Gracias a ello, los depredadores no tienen acceso a un territorio determinado y por lo tanto, su instalación contribuye a la preservación de la fauna.
Por supuesto, el precio también tiene mucho que decir al respecto. Este tipo de mallas son especialmente interesantes para delimitar grandes territorios porque requieren de una inversión bastante reducida.