En 2020 un grupo de investigadores creyó haber descubierto el agujero negro más cercano a la Tierra. El sistema HR en la constelación de Telescopium ubicado a tan solo 1,000 años luz de la Tierra se creyó era el escenario de un agujero negro “a la vuelta de la esquina” de nuestro hogar.
En dicho entonces los autores del descubrimiento precisaron que era necesario un agujero negro para explicar el movimiento de dos estrellas del sistema. Sugirieron que se trataba de un agujero negro y una estrella que orbitaban mutuamente mientras la segunda estrella se movía en una órbita más amplia.
Los investigadores admiten que se equivocaron
No, no era un agujero negro sino un sistema de dos estrellas, una de ellas catalogada como vampiro estelar. Uno de los autores del estudio, el astrónomo del Observatorio Europeo del Sur Dietrich Baade, precisó que habían detectado una mancha de luz que contenía la forma de 2 estrellas. Dado que ambas tenían un brillo similar y la misma edad, por lo general tendrían la misma masa y se arremolinarían mutuamente con una velocidad similar y elevada.
Al ver que aparentemente solo una de las estrellas giraba a gran velocidad, les pareció que había otro objeto masivo que no veían. Habían llegado a la conclusión que dicho objeto masivo invisible era un tercer cuerpo, un agujero negro.
Otros investigadores refutan la idea del agujero negro
Otros grupos de investigadores no estuvieron de acuerdo con la idea publicada en 2020, así que tras algunos estudios sugirieron que el sistema solo contenía dos estrellas, una de las cuales había sido despojada de su masa por la segunda, la cual se le denomina en el argot astronómico como vampiro estelar.
Si hubiese un agujero negro es de esperar que las dos estrellas tuvieran una gran separación la una de la otra, en cambio si no hay un agujero negro, estas estarían mucho más juntas. Los resultados del Very Large Telescope demostró de que no hay indicios de una segunda estrella en una órbita amplia. Mientras que los resultados del Very Large Telescope Interferometer reveló que las dos estrellas orbitan mutuamente.
De manera que los datos sugieren que ambas estrellas contribuyen a la luz captada de una única fuente brillante, y se resalta la idea de que se encuentran cerca la una de la otra. Por ende, no existe un agujero negro entre ellas. Como una estrella está despojando a la otra de su masa, esto hace que la segunda estrella sea fácil de pasar por alto.
Aunque se ha descartado la existencia de un agujero negro, los investigadores se encuentran muy emocionados al observar una estrella despojada, pues se revela la parte interna de ella. Este fenómeno astronómico a eliminado la gruesa cortina opaca en las capas exteriores de manera que pueden observar de cerca dónde la estrella ha generado la energía que irradia.