Cuando hablamos de comidas pequeñas y frecuentes, nos referimos a una forma de alimentación que consiste en hacer entre 5 y 6 comidas al día, en pequeñas porciones, en lugar de realizar las 3 comidas principales a las que estamos acostumbrados.
Esta forma de alimentación está recomendada tanto para personas que quieren mantener un peso saludable, como para aquellas que quieren adelgazar, ya que evita los picos de glucemia y mantiene el metabolismo activo a lo largo de todo el día.
Beneficios de las comidas pequeñas y frecuentes
1. Control del apetito
Al hacer comidas pequeñas y frecuentes, el cuerpo se mantiene saciado durante todo el día, evitando la sensación de hambre. Esto permite controlar la cantidad de alimentos que se ingieren y evitar los atracones que se suelen hacer cuando se llega a las comidas principales con mucho apetito.
2. Mejora el tránsito intestinal
Comer pequeñas porciones de comida con más frecuencia ayuda a mantener el tránsito intestinal en un buen estado, evitando el estreñimiento y mejorando la digestión.
3. Acelera el metabolismo
Al hacer comidas pequeñas y frecuentes, el metabolismo se mantiene activo durante todo el día, lo que favorece la quema de grasas y ayuda a adelgazar. Además, también evita los picos de glucemia y ayuda a controlar los niveles de insulina en sangre.
Controlar el apetito, mejorar el tránsito intestinal y acelerar el metabolismo son solo algunos de los beneficios que se obtienen al incorporar este tipo de alimentación a nuestra rutina diaria.
Recuerda que la clave para obtener los mejores resultados es combinar esta forma de alimentación con ejercicio físico y una buena hidratación.