Aunque los expertos aconsejan acudir al dentista de manera periódica, existen ocasiones en que se presentan síntomas en la cavidad bucal, que indican la urgencia de tener que visitar a un especialista para evitar mayores problemas.
Mantener una buena salud bucal es algo fundamental que deben tener en cuenta todas las personas, puesto que, aunque muchos lo dejen como algo secundario, lo cierto es que contar con una buena salud bucodental garantiza el poder realizar funciones muy importantes de manera diaria, tales como masticar o comunicarse. Además, tener una mala salud bucal puede influir negativamente en otras zonas del cuerpo, como la cabeza o las cervicales, de ahí que sea esencial acudir al dentista periódicamente para evitar todos estos problemas.
Aunque los expertos aconsejan que se debe visitar al dentista una o dos veces al año, dependiendo de la persona y de cómo sea su cavidad bucal, hay ciertos momentos en que en la boca, la dentadura o las encías aparecen síntomas que indican claramente que se tiene un problema. Es en ese momento cuando hay que acudir a una clínica donde los profesionales, ayuden a acabar con todo ello. En este sentido, los dentistas en Pineda de Mar sabrán utilizar todas las herramientas y técnicas para hacer frente a cualquier afección, enfermedad o molestia que se presente y de esta manera, darle las mejores soluciones a sus pacientes.
¿Cuáles son los síntomas habituales por los que se debe acudir al dentista?
Como ya se ha comentado, lo recomendable es acudir al dentista periódicamente, siendo lo ideal, cada 10 meses. De esta manera, se garantizan revisiones rutinarias y se tiene controlada la salud bucodental. Sin embargo, si se presentan algunos de estos síntomas, lo mejor que se puede hacer es adelantar lo antes posible esa visita.
Al sangrar las encías
Esto ocurre habitualmente, cuando el cepillado de los dientes no es el adecuado. De esta manera, la placa bacteriana se acumula entre las piezas, haciendo que aumente la cantidad de sarro. El resultado es una inflamación de las encías y, al estar irritadas, se produce el sangrado al utilizar el cepillo. Dejar este problema por mucho tiempo puede hacer que se cree una gingivitis, por lo que será necesaria una limpieza profesional para acabar con ella.
Si la afección es más grave y se alarga en el tiempo, aparece la periodontitis, enfermedad crónica que provoca el movimiento de las piezas dentales, pudiendo hacer que se caigan.
Molestias en un diente
Una pieza dental puede provocar dolores por diversos motivos, los más habituales suelen ser la aparición de una caries, el crecimiento de las muelas del juicio o presentar un absceso.
Estas situaciones suelen ser graves si no se tratan rápidamente, de ahí que sea tan importante acudir al dentista en estos casos. En ocasiones, con un tratamiento es suficiente, sin embargo, hay otras en las que incluso, hay que operar.
Halitosis
En el caso de tener un mal sabor de boca de manera constante, es probable que haya alguna enfermedad rondando por la cavidad bucal. Pueden ser diversas afecciones como varias caries, enfermedades periodontales o incluso una infección. En estos casos, hay que acudir al dentista para poder someterse al tratamiento adecuado. La halitosis no es algo que se elimine fácilmente con un buen cepillado.
Mayor sensibilidad
En muchas ocasiones, se puede sentir una mayor sensibilidad a la hora de tomar bebidas muy frías o muy calientes. Aunque muchas personas tengan la creencia de que esto es una afección habitual y sin importancia, en realidad sí la tiene, puesto que esto puede significar que el esmalte dental se está desgastando o que puede haber grietas en alguna pieza.
Dolores en la mandíbula
En el caso de tener molestias fuertes en la mandíbula, la cabeza o incluso las cervicales, es probable que se esté ante una enfermedad llamada bruxismo. Se trata de una afección que hace que las personas, de manera involuntaria, aprieten los dientes y hagan que estos rechinen de manera constante, siendo habitual hacer este movimiento durante las horas de sueño. La solución para este problema es hacerse una férula de descarga y para ello, la intervención de un especialista es esencial.