El mundo se ha vuelto mucho más competitivo y globalizado que hace muchos años atrás. De esta manera, la financiación se ha convertido en la fuente de poder que impulsa el funcionamiento de una empresa. Gracias a su apoyo, es posible continuar con el crecimiento y la expansión de la compañía, y también, se pueden lograr los objetivos a corto y largo plazo.
¿En qué consiste la financiación?
Básicamente, la financiación consiste en la aportación de dinero para un proyecto o una compañía, además de ciertos recursos para la adquisición de servicios y bienes materiales. La gran mayoría de las veces, esta se encuentra canalizada mediante préstamos o créditos rápidos, como los que se ofrecen en Moneezy y muchos otros sitios web.
Dependiendo del plazo de su vencimiento, se puede hablar de dos clases de financiación. Cuando el período de tiempo máximo para hacer la devolución es menor a un año, se le denomina financiación a corto plazo; pero cuando se necesita más de un año para devolver el dinero, o si no está presente dicha obligación, se le denomina financiación a largo plazo.
Además, también se puede clasificar dependiendo de la procedencia de los recursos. En primer lugar, encontramos la financiación externa, que es la que tiene su origen en inversores que no se incluyen en la empresa, casi siempre mediante medios bancarios. Mientras que, en el caso de la financiación interna, cuenta con un origen de fondos generados por la propia compañía mediante su actividad propia, como reservas.
El plan de financiación: Esencial para la compañía
Esta se caracteriza por ser la herramienta básica que dará la oportunidad de especificar cuáles serán las fuentes de financiación del proyecto que se tiene en mente. Básicamente, es un documento que se encuentra integrado al plan económico-financiero de cierta empresa, en la que se reúne claramente los canales de acceso al capital necesario.
Por otro lado, el plan económico-financiero no solo incluye el plan de financiación; sino que además de él, se encuentra incluido el plan de inversión, los gastos de explotación, la previsión de ventas, el balance de la situación provisional, y muchos otros elementos. Una vez que se sabe la cantidad exacta o bastante cercana al capital necesario para llevar a cabo el negocio, hay que estudiar muy detenidamente en donde se conseguirá el dinero.
Ventajas de obtener financiamiento para la empresa
- En primer lugar, se consolida como una ayuda que permite estabilizar la cantidad de efectivo que fluye en el negocio. Por lo que se disfruta de un mayor control en cuanto a ingresos, deudas y gastos, tales como los servicios, la hipoteca o la renta.
- También es una herramienta de negocios que permite comercializar las condiciones de los productos, así como sus precios y los plazos existentes con los clientes y los proveedores.
- Llevar a cabo el debido mantenimiento para la empresa requiere innovación constante, y en ciertas ocasiones, la modernización no puede hacerse solamente con recursos propios.
- El financiamiento puede emplearse para distintos tipos de proyectos, como un capital de trabajo, activos circulantes, entre algunos otros.
- También podrás contar con la opción de acceso a las diversas clases de servicios financieros que existen.
- Con el financiamiento correcto, la compañía podrá ser más grande, tendrá mucha más producción y estará mejor consolidada.
Como vemos, la financiación apropiada permite que la empresa funcione correctamente en su día a día. Y también permite que cada una de sus áreas funcione con regularidad. De esta forma, es posible gozar de un mayor control en las operaciones efectuadas dentro de la compañía.