El medio ambiente ha demostrado en incontables ocasiones que es incapaz de seguir soportando el impacto que genera el ser humano sobre el ecosistema. En este sentido, se antoja de vital importancia educar a las nuevas generaciones en sostenibilidad, puesto que son el motor del cambio social que necesita la Tierra.
Este cambio ya se está empezando a ver en el desarrollo tecnológico, el cual se ha orientado hacia el uso de las energías renovables. A fin de cuentas, tanto particulares como profesionales, sobre todo aquellos ligados a la agricultura, tenemos el duro cometido de asegurar que dejamos un mundo mejor que el que encontramos al nacer.
Formación para los más pequeños
Los niños son auténticas esponjas que absorben todos y cada uno de los conocimientos que se les van impartiendo. La ecología es una de las enseñanzas más importantes de nuestro tiempo y gracias a centros como la Granja Escuela Ria del EO, lo aprenderán mientras se divierten.
Esta granja escuela se dirige a pequeños de todas las edades y, mediante sus populares campamentos de verano, aseguran un contacto directo de los jóvenes con la naturaleza. Mediante todo tipo de actividades, irán descubriendo la magia medioambiental y percatándose de la responsabilidad que tienen en cuanto a su cuidado.
Mientras que algunos juegos están orientados a conocer los paisajes más hermosos, como las excursiones, la tirolina o los paseos en piragua, otros sirven para tomar contacto con la fauna, pasándolo en grande con animales. Una educación sostenible, divertida y práctica.
Servicios destinados a profesionales de la agricultura
Aquellos profesionales que trabajan en el campo son el eje de nuestro estado de bienestar. Para que podamos disfrutar de las mejores frutas y verduras siempre que queramos, los agricultores se dejan la piel día tras día. Ahora bien, no están solos en la labor, pudiendo solicitar ayudas como el análisis de suelo.
Este sistema se basa en el estudio dentro de un laboratorio de las diferentes condiciones que presenta el suelo. De este modo, encontramos servicios como el análisis de fertilidad, el análisis de pasta saturada, el análisis foliar, el análisis de fertilizante (orgánico e Inorgánico) y el análisis de solución nutritiva.
Diferentes estudios pueden determinar la viabilidad de iniciar un proceso de cultivo en un espacio determinado, así como se pueden obtener las opciones más destacadas para garantizar un buen cuidado de las plantas. Porque la ciencia ha avanzado notoriamente, y mediante estos análisis, se pueden proteger los cultivos más grandes.
Las energías sostenibles cobran relevancia
Al igual que sucede en la ciencia de laboratorio, la tecnología ha mejorado drásticamente en los últimos años. Tanto es así, que ahora disponemos de kits solares fotovoltaicos de la mano de grandes empresas, las cuales asumen la tarea de su instalación.
Los kits solares se colocan en puntos estratégicos y buscan captar la luz del sol para transformarla en una energía limpia, renovable y sostenible. De este modo, si instalamos dichas placas en el hogar, podremos autoabastecernos sin que ello dañe al ecosistema.
Se trata de un paso en firme hacia un mundo ecológico y libre de contaminación. Una inversión que, más allá de minimizar el daño sobre el planeta, también reduce de forma drástica el precio que tenemos que pagar todos los meses en nuestra factura de la luz.
Cambia tus hábitos cotidianos
Instalar placas solares es una de esas acciones radicales a favor del medio ambiente, no obstante, en la propia vida cotidiana, hay gestos que de igual forma pueden servir para aplicar la sostenibilidad. Un ejemplo nítido de esto es el uso de bolsas Coruña de tela, con el fin de reducir así el consumo de plástico.
Los primeros en plantar cara al despilfarro de plástico fueron los supermercados, poniendo un coste a las bolsas. Por eso, para ahorrar dinero y comprometernos con el ecosistema, nada como invertir en estas bolsas de tela y tenerlas en casa de cara a hacer la compra.
El plástico tarda 500 años en descomponerse, y cada año llegan a mares y océanos hasta 1.200 veces el peso de la Torre Eiffel de este material. Sabiendo el impacto de esto en el ecosistema, y lo poco que nos cuesta tener bolsas de tela, es imperativo que cambiemos este hábito tan cotidiano.