Pese a que con el transcurrir de los años, los derechos de mujeres y hombres parecen ir igualándose, lo cierto es que todavía existen aspectos en los que las mujeres se sitúan en desventaja.
Pero, ¿cuánta legislación será necesaria para lograr una igualdad de la que todavía se está demasiado lejos? Y más importante todavía, ¿por qué es necesaria tanta legislación si, a priori, todos somos iguales, con los mismos derechos y deberes?
Garantizar la igualdad de oportunidades y lograr la paridad de género son solo algunas de las pretensiones de los gobiernos, y, sin embargo, habrán de transcurrir generaciones y generaciones para alcanzar tal fin.
No obstante, la esperanza es lo último que se pierde y las generaciones actuales están siendo educadas de distinta manera. No existe distinción entre sexos a la hora de pensar en el futuro, hoy las niñas sueñan con puestos de responsabilidad que sus abuelas, aunque capacitadas de sobra, tuvieron vetados. Hoy los límites los marca cada persona, no viniendo impuestos por la sociedad. Cada individuo será lo que quiera ser, siempre dentro de sus posibilidades.
Pero las desigualdades no se presentan solo a nivel laboral, sino que, según el Estudio sobre las criptomonedas y la efectividad de las medidas impulsadas por la Comisión Nacional del Mercado de Valores, de los inversores en criptomonedas, solo tres de cada diez son mujeres, algo que resulta evidente si se tiene en cuenta el perfil que este estudio traza del inversor español, pues se trata de un hombre de edad comprendida entre los 25 y los 44 años, con estudios universitarios y unos ingresos mensuales superiores a 3.000€. Asimismo, del estudio se extrapola que los inversores habituales destinan menos del 5% de su capital, y que, por lo general, se corresponden con personas que hacen un uso intensivo de las redes sociales y de las tecnologías de la información.
De hecho, el nivel de ingresos es uno de los factores determinantes para decantarse por la inversión, tal es así que cuatro son las comunidades autónomas que concentran al 66% de los inversores de todo el país. Encabeza el ranking la Comunidad de Madrid (23%), seguido por Cataluña (18%), Andalucía (14%) y la Comunidad Valenciana (11%).
Todo lo anterior, no hace sino confirmar que, por el momento, las inversoras en criptomonedas en nuestro país seguirán siendo pocas, pues los puestos de mayor responsabilidad y, por lo tanto, de mayor poder adquisitivo, continúan correspondiendo a hombres.
Por otro lado, y dado que tanto las criptomonedas como todo el entramado desarrollado en torno a este complicado mundo es relativamente reciente, no sorprende que el grueso de los puestos de trabajo que tienen que ver con la tecnología blockchain y la minería estén ocupados por hombres. De hecho, el sector lleva tiempo intentando atraer a mujeres con perfiles tecnológicos.
Asimismo, y ya sea debido a la influencia ejercida por conocidos o familiares o, por iniciativa propia, lo cierto es que el número de inversoras crece lentamente, pero crece. Y es que, según el prelado estudio, muchos consideran que invertir en criptomonedas es relativamente fácil, algo que no deja de sorprender pues solo el 8% de la población afirma tener conocimientos medios o altos sobre el tema. De lo que se extrapola que muchos de los inversores cuentan con ayuda externa, como la que presta immediate edge, una aplicación capaz de hacer ganar dinero sin tener conocimientos previos. Una app que contribuirá a lograr la paridad de género en el mundo cripto.