La Bolsa de Metales de Londres (LME por sus siglas en inglés) mantiene conversaciones con diversos gobiernos en relación con la posibilidad de prohibir que los metales de Rusia se entreguen en su red de bodegas, según declaraciones del CEO Matthew Chamberlain.
La LME no quiere ser parte de atrocidades
Según Chamberlain la LME desea asegurarse de no ser parte del financiamiento de ningún tipo de atrocidades, esto en el contexto de la invasión de Rusia a Ucrania. Con todo, la bolsa se atendrá a las políticas gubernamentales por lo que esperan una decisión mientras tanto los productores de metales rusos no están sujetos a sanciones.
Chamberlain afirmó que de prohibir la entrada de metales en sus bodegas estarían tomando una decisión que afectaría no solamente a su negocio, sino que además sería una decisión en nombre de todo el mercado. Los metales rusos no están sancionados y por eso se sigue permitiendo su entrada.
Un grupo consultivo de representantes de las principales mineras, operadores y consumidores conocido como el comité del cobre de la LME votó a favor de recomendar la prohibición de nuevas entregas de metal proveniente del imperio ruso en las bodegas de la LME. Con todo, Chamberlain prevé que esto causaría un enorme problema en unos mercados que de por sí ya están agitados.
La LME dispuesta a asumir la dirección de los gobiernos
Una eventual prohibición de los metales rusos podría tener un impacto significativo en el mercado de cobre, pero afectaría mucho más a los mercados del níquel y el aluminio de la LME donde los productores rusos suministran una gran parte de las marcas negociables.
Sin embargo, no descarta la posibilidad de la prohibición en el futuro y afirmó estar trabajando de la mano con los gobiernos para comunicarle las inquietudes del mercado. Quedaron a la espera de su respuesta, afirmó Chamberlain.
El CEO también fue consultado sobre la controvertida intervención de la LME cuando canceló unos 3,900 millones de dólares en operaciones, luego de un breve short squeeze originado por la empresa del magnate chino Xiang Guangda.
Chamberlain ratificó que la decisión tomada por la LME no se originó por la nacionalidad del cliente sino por el tamaño y el impacto sistémico del cliente y aclaró que hubiesen tomado esa decisión sin importar su nacionalidad.
El CEO de la LME defendió la trayectoria de la bolsa de Hong Kong y ratificó que han invertido enormes cantidades en su negocio. Afirmó que son un propietario que han apoyado enormemente al mercado y considera que sería una pena descartar todas esas cosas buenas que han hecho simplemente porque se sugiera la influencia China.