Algunas empresas, con aval de las autoridades aduaneras, ofrecen el servicio de almacenaje de productos para la importación y exportación de mercancía, con el fin de facilitar los procesos y la logística, abaratando los costes de ingreso o salida hasta su distribución final.
El comercio internacional es una puerta de entrada a múltiples alternativas a quienes están a la caza de oportunidades de efectuar negocios con diferentes tipos de mercados. Cohabitar en este mundo es más sencillo si se conocen los trámites legales y atajos que facilitan el proceso de comercio, distribución y almacenaje de mercancía.
Los depósitos fiscales ofrecen la opción de espacios físicos operativos que son habilitados por la Dirección General de Aduanas, con el propósito de efectuar operaciones aduaneras relacionadas con el almacenamiento de todo tipo de mercancía, antes de su distribución. También para verificar el perfecto estado de los productos antes de su distribución.
Facilita el flujo de mercancía
El proceso de almacenaje de deposito fiscal es una figura legal que ofrece múltiples beneficios para el comercio internacional, sobre todo porque ayuda a fluir de manera más fácil el proceso de resguardo de la mercancía que está destinada a ingresar o salir de un país.
Por medio del depósito fiscal se guarda una mercancía que se importó sin tener que efectuar el proceso de ingreso al territorio nacional. Durante el periodo de almacén fiscal no se pagan impuestos, lo cual da oportunidad a la comercialización para determinar si entra legalmente al país o se remite a otro destino final.
Igualmente, se emplea este régimen transitorio para almacenar mercancía que va a ser exportada y aún se está realizando el proceso aduanal. Esto ayuda en la medida que se ahorra tiempo y el tener que efectuar una doble tributación.
Bajo este régimen, las empresas pueden posponer la elección del régimen de importación específico y les permite mantener almacenadas sus mercancías todo el tiempo que necesiten, mientras subsista el contrato de almacenaje y se pague por el servicio.
Las compañías tienen la alternativa de postergar la selección del régimen de importación a aplicar, durante todo el proceso la mercancía sólida, líquida o de cualquier tipo estará segura y en perfecto estado. El pago al fisco solamente será necesario cuando se concreta el trámite de egreso o ingreso.
Este tipo de depósito permite exponer y vender productos desde los puertos internacionales, aéreos, marítimos o terrestres con condiciones especiales, siempre y cuando no se cambien los fines aduaneros. Esto funciona como duty free.
No aplica para depósito de armas, municiones, químicos, vehículos, cigarrillos, piedras preciosas, entre otros.
Funciones para las empresas
Las empresas emplean el servicio de depósito fiscal, principalmente cuando requieren efectuar procesos de exportación o importación de productos. El almacenaje fiscal da acceso a la mercancía, para verificar, revisar y preparar todo el proceso antes de definir su destino.
Una de las principales ventajas es que permite extraer parte del material importado y pagar los impuestos de ese porcentaje que se necesita para distribuir o comercializar y el resto sigue resguardado para posteriores procesos.
También es perfecto para cumplir lo que establecen las Normas Oficiales Mexicanas, evitando la pérdida de tiempo y gastos innecesarios.
Ayuda a contar con un stock justo a tiempo para agilizar las ventas y la producción, en caso de importar materia prima. La mercancía se puede colocar a nombre de algún proveedor extranjero y ser facturada por el destinatario final en el país.
Una alternativa muy ventajosa es que los productos se pueden retornar al país de origen sin pagar estar obligado a cumplir los pagos al fisco. Esto es perfecto cuando el producto llega en mal estado o no es lo que se ordenó.
Mientras la mercancía está en depósito fiscal, se puede preparar y administrar el inventario y preparar todo para su distribución al cliente o clientes. También se puede etiquetar, embalar o empaquetar con su presentación final, antes del ingreso.
Este régimen fiscal ayuda a ser más eficiente, rápido, la operación de importar o exportar mercancía, ahorrando tiempo y dinero en el proceso.