El año académico 2020-21 se aproxima y el profesorado no quiere sorpresas. Los docentes quieren estar preparados para cualquier contingencia que se les pueda presentar, después de lo que vivieron el curso pasado a causa de la pandemia del coronavirus. Por este motivo, durante el presente verano y, previsiblemente, también a lo largo del próximo otoño, los “profes” se disponen (o se dispondrán) a “hincar codos” virtualmente, más que nunca, para poder dar respuesta a las necesidades de sus alumnos, sean éstas de la índole que sean.
Los docentes se “reciclan” con teleformación; es decir, con cursos de formacion online, para que las circunstancias inciertas que se avecinan no les vuelvan a pillar con el paso cambiado. El curso pasado, el COVID-19 trastocó, y mucho, la vida cotidiana en el mundo de la Enseñanza, de manera notablemente más acusada que en otros sectores de actividad.
Los profesores tuvieron que cambiar, de un día para otro, el impartir sus clases presenciales en los centros docentes por darlas a través del ordenador, cuando muchos de ellos no se habían visto obligados antes en su vida a celebrar una sola videoconferencia.
Otros tuvieron que aprender, deprisa y corriendo, cómo funcionaban las aplicaciones de recursos compartidos, trabajo en equipo y almacenaje en la nube. Y todos tuvieron que adaptar sus programas y contenidos didácticos a la enseñanza a distancia.
Y todos, también, tuvieron que guiar y asesorar a su alumnado en todas estas nuevas prácticas, porque ellos tampoco estaban acostumbrados a la formacion online.
Formación Profesional
Esto no quiere decir que los docentes sean menos avezados que otros colectivos profesionales en el uso de las nuevas tecnologías. Simplemente, significa que para su vida cotidiana en la Enseñanza tuvieron que hacer unos cambios mucho más radicales que quienes desempeñan sus funciones en otros sectores, para conseguir en el alumnado unos resultados lo más parecidos posible a los que hubieran obtenido dichos alumnos de haberse mantenido la normalidad perdida.
De cara al próximo curso, que ya se acerca (está previsto su inicio a partir de septiembre en muchos casos), las autoridades de nuestro país mantienen su voluntad de que este regreso a las aulas sea real. Un regreso presencial, físico, que se lleve a cabo con la máxima normalidad, dentro de lo posible.
Pero las noticias sobre los rebrotes de coronavirus en España no son muy esperanzadoras y los docentes no las tienen todas consigo.
Opinan, como las autoridades, que la vida de los estudiantes ya fue muy trastocada el curso pasado y no quieren alterarla más. Pero, por si acaso, han decidido “reciclarse” con formacion profesional para estar preparados para cualquier contingencia.
Cursos online
Nos referimos a “cualquier contingencia”, porque los profesores, además de enseñar las asignaturas específicas de las que se encargan, tienen con mucha frecuencia que ejercer con sus alumnos de “psicólogos”, de “asistentes sociales”, de “sociólogos”, de “animadores sociales”, de “coaches” o “entrenadores personales”… Incluso de “guías turísticos” o de “consejeros sentimentales”, entre otras muchas cosas. Los entrecomillados son para recalcar el sentido figurado de todas estas profesiones.
Los profesores pueden encontrar una buena oportunidad en La Fábrica del Curso, centro especializado que ofrece los últimos cursos online en muchas áreas de interés y que tienen descuento en todos sus cursos.
Formación en habilidades personales, Formación Profesional, comercio, desarrollo de páginas web, ofimática, diseño, administración y auditoría y un largo etcétera de materias se imparten con la modalidad de la teleformación en este centro, para preparar a los docentes españoles y ayudarles para que el curso que viene sea mejor, incluso a pesar del COVID-19.