En este mundo moderno, industrializado y globalizado, en el que todo se mueve alrededor del intercambio de bienes y servicios para facilitar cualquier proceso y, en definitiva, para mejorar la vida de todos, los instrumentos financieros se convierten en una herramienta necesaria para cubrir y cumplir las derivadas demandas económicas, principalmente para esas empresas y proyectos comerciales que requieren un buen apoyo para avanzar.
Hoy, gracias al crecimiento vertiginoso de internet y a las ventajas y comodidades que ofrece, los productos y herramientas financieras empresariales han evolucionado a niveles que nunca antes se hubieran pensado, convirtiendo los recursos online que se pueden obtener, como tarjetas de crédito y los propios créditos, en los más convenientes, confiables y adecuados para afrontar las exigencias que hoy se presentan.
Novedosas tarjetas de crédito
Uno de los instrumentos más utilizados a nivel global es la tarjeta de crédito corporativa, con la que pequeñas empresas, emprendedores y profesionales pueden tener un gran apoyo para potenciar sus proyectos.
Este tipo de herramientas financieras evoluciona con el crecimiento de los negocios y tiene muchas ventajas sobre las habituales tarjetas de crédito que emite la banca tradicional, como por ejemplo sus límites de crédito dinámicos y la posibilidad de personalizar las tarjetas con nombre y marca.
Además, se tramitan en pocos minutos y al aprobarse se obtiene su versión digital de manera instantánea para utilizarla en compras online. También cuentan con una serie de servicios extra que ayudan al pequeño empresario para administrar su compañía y para implementar estrategias de venta eficaces con el apoyo de expertos en la materia.
Créditos online
Solicitar un préstamo empresarial online, hoy en día es muy fácil, con ciertas ventajas imposibles de encontrar en la banca convencional, como es la indudable velocidad de trámite y respuesta que ofrecen en sus procesos.
Hay compañías en México que brindan créditos por internet para empresas que proveen el capital necesario para crecer o consolidar un negocio, recursos que el emprendedor puede utilizar para adquirir maquinaria, material o materia prima, renovar inventarios o para rehabilitar espacios.
Este tipo de financiaciones se obtienen con mínimos trámites y requisitos, y con sorprendentes tiempos de respuesta. Además, sus intereses están exentos de IVA, por calificar como actividad comercial, por lo que obtienen una línea de crédito revolvente que se vincula con la forma de pago y se pueden hacer abonos adelantados de capital sin incurrir en penalizaciones.
Para optar a este tipo de créditos no se requiere ir a ninguna oficina, ventaja importante sobre la banca tradicional, en la que es condición ineludible hacerlo. Incluso, la evaluación de la empresa o del emprendedor solicitante se hace a través de algoritmos especiales que calculan el mercado en el que presta servicios y los gastos del negocio, para en base a esto, estimar los recursos que necesita.
Créditos personalizados
Cumplir a tiempo en la devolución de los compromisos adquiridos tiene sus buenas ventajas, como por ejemplo, la posibilidad de personalizar futuros créditos adaptados a las necesidades de crecimiento de la empresa. Al mejorar el historial de pago y aumentar las ventas, producto del crédito recibido, automáticamente se puede optar a nuevos productos que fortalecerán la consolidación del negocio.
Lo más importante de este sistema de crédito en lÃnea es que se solicitan, se tramitan, se reciben y se paga todo por internet, sin necesidad de trasladarse a ningún tipo de agencia bancaria ni de perder tiempo en papeleos.
Es algo que definitivamente marca la diferencia con los antiguos y tradicionales sistemas crediticios, a los que sólo era posible acceder de manera presencial, con todas las molestias que esto implica.