La decoración y el diseño de interiores son disciplinas esenciales en lo que respecta a la calidad de vida de la que disfrutamos en nuestro día a día. Dos ramas artísticas que buscan garantizar la habitabilidad del domicilio en el que residimos, haciendo que cada vez que cruzamos la puerta de casa, tengamos la sensación de estar “efectivamente” en un “hogar”. Para ello, invertir en murales y mosaicos, tanto para el interior como para el exterior del inmueble, supone todo un acierto. Una manera de reformar las diferentes zonas del lugar, en favor de otorgarle una belleza incontestable y una identidad propia.
Diseña y decora tu hogar de una forma única
Cuando estamos confeccionando nuestro hogar, bien sea de primera construcción o a través de una reforma, uno de los aspectos que no podemos dejar de valorar son los murales personalizados. Mediante el uso de una cerámica de primera calidad, los mejores diseñadores gráficos se encargan de crear auténticas maravillas, haciendo que el marco artístico quede totalmente plasmado en el domicilio. Todo ello escogiendo medidas, acabados, texturas y efectos para que el mural se adapte a nuestras preferencias en cuestión.
Ahora bien, si hablamos de un lugar tan relevante en términos de bienestar como lo es una vivienda, es esencial que acudamos solo a las empresas de murales de cerámicas preparadas para garantizar la excelencia. Estas se caracterizan por emplear materias primas de primer nivel, haciendo que se mantengan impecables con el paso de los años, con independencia de si se colocan en el interior o en el exterior de la propiedad. Para ello, asegúrate de que la empresa en cuestión trabaja de forma directa con la fábrica de cerámica, lo cual, además, supondrá un notable abaratamiento de los precios.
Una casa no puede considerarse un hogar como tal hasta que no desprende un alma propia, reflejando así la personalidad de quienes la habitan. En este punto, los murales personalizados juegan un papel fundamental, puesto que se diseñan específicamente al gusto del propietario, es decir, todo lo que debemos hacer para crear nuestro propio mural es enviar una foto, texto, paisaje o incluso logo -algo común dentro del tejido empresarial-, y la empresa de murales se encargará del resto. Un trabajo artístico que supondrá un antes y un después en la estética de la vivienda, pudiendo a su vez, elegir entre diversos tipos de murales.
Tipos de murales que debes conocer
Murales de cerámica, ideales para interior
Tal y como hemos ido comentando previamente, los murales de cerámica se presentan como una de las opciones más comunes dentro del mercado actual. No es para menos, a fin de cuentas es un material de primera calidad con el que se pueden crear piezas únicas con diseños de lo más originales, bien sean personalizados al gusto del cliente o con obras de los mejores artistas.
El azulejo, pieza de cerámica por excelencia en los murales, es un material que se remonta al Antiguo Egipto, demostrando así la gran durabilidad que presenta. Hoy en día, se trata de uno de los materiales más accesibles en términos económicos y, a pesar de que hace un tiempo hubiera pasado de moda, en la actualidad se ha vuelto a convertir en toda una tendencia. Un aspecto clave en el mundo del interiorismo, capaz de otorgar a cada una de las estancias de la casa una apariencia embriagadora y, sobre todo, duradera.
Mosaicos hidráulicos, apuesta por la durabilidad
No solo un mural de cerámica puede aportar personalidad al hogar, también cabe tener en cuenta la presencia de la que goza el mosaico hidráulico. Una composición de pequeñas baldosas fabricadas con cemento pigmentado, que se puede instalar tanto en el exterior como en el interior de la casa, fruto de su resistencia al paso de los años y al desgaste de su uso.
Esta pieza artesanal, al igual que en el caso anterior, puede adaptarse a todo tipo de diseños. No obstante, si quieres seguir las tendencias de mercado, entonces te animamos a que apuestes por los estilos florales y geométricos. Eso sí, si eres de mente vanguardista, entonces atrévete a instalar mosaicos exclusivos y creativos: a Antonio Gaudí no le fue mal en la Casa Milà de Barcelona.