La palabra PCR ha conseguido ser una de las más escuchadas en los últimos dos años, en los que la población de todo el planeta ha luchado contra un virus hasta entonces desconocido y que aún a día de hoy no se ha conseguido solventar a pesar de todo el esfuerzo y medidas empleadas.
A pesar de que el virus COVID-19 continúa activo debido a su gran capacidad de mutación, los efectos en la población vacunada se han suavizado bastante y el peligro de muerte se ha reducido en gran medida, lo que no quita que para evitar el contagio y controlar la pandemia sea imprescindible realizarse la prueba PCR COVID-19
Es importante indicar que las siglas de PCR corresponden a Polymerase Chain Reaction o Reacción en Cadena de la Polimerasa en español y este es el nombre que ha recibido la prueba de diagnóstico gracias a la cual se puede detectar una parte del material genético de un patógeno y que permite determinar si una persona se ha infectado del virus SARS-CoV-2.
Datos importantes de la PCR
La realización de esta prueba consiste en duplicar altamente de una forma específica un fragmento del material genético, habiendo sido seleccionados en el caso del COVID-19 aquellos que confirmen que se trata de ese virus concretamente y no quepa la posibilidad de confundirlo con otros similares.
La especificidad de la PCR es muy elevada, llegando a diferenciar microorganismos prácticamente idénticos, al igual que ocurre con su sensibilidad (detecta en cantidades ínfimas material genético viral) y otra de sus características básicas es su precocidad en la detección del virus, aunque este se encuentre en las fases iniciales de infección respiratoria. Dicho esto, como resumen podría indicarse que esta prueba de diagnóstico es muy fiable, ya que prácticamente no da lugar ni a casos de falsos negativos ni a casos de falsos positivos.
La prueba de PCR cuenta con cierto grado de complejidad, por lo que cualquier persona no es apta para realizarla. La persona que vaya a realizar la prueba a un posible contagio ha de estar preparada y formada para tal labor. De forma habitual las personas que realizan la PCR son profesionales que cuentan con experiencia en microbiología o en análisis clínicos.
El tiempo que se tarde en obtener el resultado de la prueba PCR realizada depende del laboratorio que la analice, de la urgencia, del trabajo acumulado que tenga y de los equipos de los que disponga para procesarla. En el caso de que se cuenten con equipos semiautomatizados para poder extraer el material genético de la muestra, esta tiene que pasar a continuación pasa al equipo a tiempo real y todo el proceso suele tomar entre 5 y 8 horas máximo de la PCR. Por otro lado, en el mercado también existen equipos automatizados que cuya obtención del resultado es más rápida, de hecho, se puede saber si una persona está infectada entre 1 y 5 horas después de la realización de la prueba.
Pasos en la realización de una PCR
En primer lugar, se toma la muestra, haciendo uso de un bastoncillo con el cual se recoge la muestra de la zona nasal y faríngea, recogiendo células de la vía aérea superior y que mostrarán tras su análisis si la persona en cuestión está infectada por el virus SARS-CoV-2. Dependiendo del contexto en el que se realice la prueba, se pueden tomar otro tipo de muestras como podría ser de saliva.
Una vez tomada la muestra, esta se recepciona en el laboratorio y comienza la inactivación, lo que permite manipular las muestras de posibles contagiados sin peligro de transmisión al personal del laboratorio que está trabajando con ellas. Cuando se empieza a operar con la muestra, lo primero es extraer el material genético del virus y a continuación, se amplifica muchas copias de un fragmento en concreto de este material genético que ayude a detectarlo.