Si se tienen unos días de descanso nada mejor que planificar una ruta en coche por esos lugares que más interés nos despiertan. Viajar en coche supone poder organizar el viaje al ritmo que uno desee, sin prisas ni agobios, sin horarios y sin que nadie decida lo que hay que hacer.
Las rutas en coche son una forma excelente de pasar unas vacaciones, ya que el usuario decide dónde va, cómo quiere que sea su viaje, cuánto tiempo pasará en cada sitio, dónde parará a comer o a dormir, etc. En suma, decide su viaje punto por punto, y puede ir cambiándolo sobre la marcha si así le interesa.
No obstante, siempre es necesario un mínimo de planificación si se quieren realizar rutas en coche o también llamadas Road Trip, porque si bien permiten una libertad total a la hora de moverse por España o por otros países, también es cierto que es fundamental planificar con cierta lógica los lugares que se desean visitar, para aprovechar el tiempo lo máximo posible y poder también escoger los alojamientos y los lugares donde comer más económicos.
Así que, si se desea conocer el país y disfrutar de bellos parajes y lugares de inmenso interés ecológico y natural, una de las mejores rutas en coche que se pueden hacer es la ruta por Huesca, un excelente recorrido por una de las zonas más bellas de España, rodeada de paisajes perfectos y de enclaves con historia.
Esta zona de España, salpicada de las montañas de la Cordillera pirenaica, puede presumir de tener un encanto verdaderamente especial. El viajero se encuentra con impresionantes cascadas, castillos que parecen de película, paisajes llenos de inmensidad y pequeños pueblos de una belleza perfecta. Esta provincia aragonesa es especial no solo para aquellos que gustan de disfrutar del esquí o el snowboard, sino también para quienes prefieren visitarla en verano y realizar rutas a pie o practicar deportes de naturaleza.
Qué visitar en Huesca
Uno de los lugares más idílicos de la zona es el Castillo de Loarre, conocido por los cinéfilos por ser el lugar donde se rodó la película “El Reino de los Cielos” de Ridley Scott. Se alza sobre una roca de algo más de 1.000 metros de altura, por lo que ofrece unas vistas impresionantes de la Hoya de Huesca. Desde este enclave se pueden visitar también por su cercanía los pueblos de Mallos de Riglos, Mallos de Agüero y Ayerbe, todos ellos muy interesantes y donde se puede comer realmente bien.
Otra de las zonas del Pirineo Aragonés más destacables para visitar es el Valle de Ansó, una ruta muy desconocida en la zona occidental de la provincia. En esta ruta es imprescindible no dejar atrás el pequeño pueblo de Ansó, de calles empedradas que llevan hasta la Iglesia de San Pedro con su torre medieval. De ahí hay que ir hasta el Refugio de Linza, un lugar desde el que realizar varias rutas, como la ruta por el Bosque de Gamueta o la Ruta de las Foyas del Ingeniero. Ni que decir tiene que si se está en verano hay que aprovechar para tomar un baño en las pozas del río Veral. Una experiencia inigualable.
Mucho más que castillos y paisajes
Y tras conocer Castillos y paisajes inmensos, nada mejor que visitar también el Monasterio de San Juan de la Peña, construido en el siglo X y declarado una joya del románico español. Por supuesto, tras la visita obligada a este monumento con un espectacular claustro de estilo románico hay que poner rumbo a Canfranc para conocer la famosa Estación Internacional.
Cualquier visita a Huesca que se precie debe tener parada obligatoria en Jaca. En esta bella ciudad oscense no se puede dejar de visitar la ciudadela, la catedral, el Convento de las Benedictinas o la Torre del Reloj.
Finalmente, es fundamental también realizar una ruta de senderismo por el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, el más emblemático de la provincia.