Los tardígrados también conocidos como osos de agua son unas increíbles criaturas capaces de sobrevivir en condiciones realmente extremas a pesar de tener una longitud de menos de 1 mm de largo. Son increíbles organismos capaces de adaptarse a la deshidratación casi total y, aun así, sobrevivir durante décadas, algo que por mucho tiempo no se comprendía y que resulta del todo extraordinario.
La increíble capacidad de supervivencia de los tardígrados
Una reciente investigación de la Universidad de Tokio ha descubierto algunos de los misterios del sensacional mecanismo de los tardígrados por lo que pueden sobrevivir a la deshidratación extrema. Algo que sería fatal para la mayoría de las formas de vida que habitan la Tierra incluyendo a nosotros los seres humanos.
La ciencia ya había descubierto que estos organismos eran capaces de tener un tiempo de duración en estado inactivo entre 15 y 20 años. Son capaces de sobrevivir a la deshidratación casi total, pasar al estado de reposo estable y luego cuando las circunstancias se le permiten rehidratarse, reanudar su vida activa.
Los hallazgos del equipo de investigación de la Universidad de Tokio fueron publicados en la revista Plos Biology en el que describen algunas de las increíbles capacidades de estas criaturas microscópicas y de donde obtienen su “super poder”.
Resultados sorprendentes
Aunque el agua es un elemento esencial para todas las formas de vida en nuestro planeta, algunos tardígrados son capaces de vivir sin el preciado líquido durante décadas. Según Takekazu Kunieda autor del reporte, el truco de estos microorganismos está en cómo sus células lidian con el estrés durante el proceso de deshidratación.
Los tardígrados tienen proteínas solubles en calor y abundantes en el citoplasma, que son características exclusivas de estos organismos. Actúan como una especie de protector celular durante el proceso de deshidratación y evitan los daños sobre el tardígrado durante el fenómeno.
Estas proteínas son capaces de detectar cuando el tardígrado se está deshidratando y se activan formando filamentos similares a un gel por lo que componen una red que proporciona rigidez celular evitando su deformación o encogimiento como resultado de la pérdida del agua. Pero aún hay más: este proceso es reversible, puesto que una vez que encuentren un entorno que les provea agua, los filamentos retroceden a un ritmo que no provoca un estrés indebido en la célula.
Los científicos estiman que este conocimiento les ayude a mejorar la conservación de los materiales celulares y biomoléculas en estado seco. Podría traducirse en materiales y medicamentos con una mayor extensión de vida incluyendo órganos completos necesarios para los trasplantes.