No es fácil tomar la decisión de romper una familia a través del divorcio, no obstante, en muchos casos, es mucho más beneficioso que seguir manteniendo la convivencia. Sin embargo, cuando hay hijos de por medio, ambos progenitores deben concienciarse de que son el valor más importante y que, por tanto, sus intereses deben primar por encima de cualquier rencilla salvable.
En un proceso de divorcio, como en cualquier cambio de rumbo vital, se generan multitud de incertidumbres y miedos, máxime cuando hay hijos de por medio. Sin embargo, los progenitores deben entender, por el bien común de la familia y de los lazos que les unirán siempre, que han de hacerse las cosas de la forma más ordenada y justamente posible. En esa tarea, pueden ser asistidos por un amplio equipo de expertos, incluso para reconducir la situación y revertirla, pero en el caso de que, ni con eso sea posible, lo mejor que se puede hacer es recurrir a un abogado matrimonialista.
Existen verdaderos equipos jurídicos y abogados de familia en Córdoba que poseen una amplia experiencia y que garantizan buscar el equilibrio entre las partes, para que ninguna salga perdiendo. Como se ha mencionado, enfrentarse a un divorcio, es de por sí desagradable, por eso es mucho más conveniente hacerlo desde la conciliación y el mutuo acuerdo, que tener que llegar a situaciones más tensas e inciertas. Es obvio que, llegados a ese punto, los cónyuges habrán agotado cualquier vía de salvaguarda de la sociedad de gananciales, pero todavía existe la posibilidad de acabar en un punto de tranquilidad, en el que ambos se vean resarcidos y, sobre todo, los hijos menores a cargo, en caso de haberlos.
Qué diferencia un divorcio con hijos a cargo
El principal matiz y piedra angular de los abogados matrimonialistas, es que los hijos menores a cargo sufran lo menos posible con las consecuencias de esta situación. Para unos hijos menores puede llegar a ser traumático el hecho de que sus padres se separen, por eso, toda la jurisprudencia al respecto irá enfocada a que ellos sean los que menos perciban el nuevo entorno familiar.
Por eso, los abogados recomiendan siempre un divorcio de mutuo acuerdo en el que ambos miren, en primer lugar, lo mejor para los hijos y lleguen a un convenio regulador justo, a una pensión de manutención adecuada, y que el domicilio familiar y el régimen de ambos progenitores esté compensado. Es por ello, que un buen abogado en Córdoba o cualquier otra provincia, será capaz de lograr acuerdos en este sentido. De lo que se trata, siempre, es de equilibrar y, sobre todo, conciliar los intereses comunes.
La mediación de un abogado de familia
Como se ha venido desgranando, la capacidad de negociación entre las partes que posee un abogado, consiste en poner en una realidad jurídica a los cónyuges que pretenden dejar de serlo. Eso será beneficioso para que ambos contemplen las ventajas e inconvenientes de litigar o, por el contrario, para llegar a acuerdos.
En muchas ocasiones, la propia tensión generada en el matrimonio se traslada a los periodos de aceptación de la ruptura y a los posteriores del divorcio; sin embargo, la experiencia indica que es siempre mucho más ventajoso para ambos llegar a acuerdos mutuos, ya que una posible resolución judicial puede no satisfacer a ninguna de las partes, de ahí la importancia de una buena asesoría. Esto, cuando existen hijos de por medio, se complica, pero otra recomendación es la de apartarlos del proceso y buscar todas las vías posibles para que, tras el divorcio, puedan mantener una buena y sana relación con ambos progenitores.
Para finalizar, la intermediación de un profesional de la ley puede servir a los cónyuges para cerciorarse de los escenarios que se pueden presentar. También, puede ser una mano amiga en esos momentos para lograr acercamientos que, a priori, pueden parecer imposibles y, sobre todo, tendrá como principal tarea hallar un nuevo escenario, que sea equilibrado y que contribuya a una buena convivencia futura, sobre todo, para los hijos.