La ingeniería de sonido es un ámbito muy interesante que estudia la física de las ondas sonoras en diferentes espacios. La acústica es una rama de la física, en la que se analizan los sonidos y cómo las ondas se propagan en un ambiente o habitación. Para su estudio se requieren varias herramientas con las cuales se miden las frecuencias de sonido y cómo afectan a un espacio en específico. Uno de los recursos más empleados profesionalmente son los paneles acústicos.
En síntesis, son la indumentaria aplicada en las secciones de la habitación que requieren amortiguar los reflejos de sonido. Su uso se expande no solo al ámbito musical, sino también al estudio físico, ya que estos paneles tienen diferentes materiales y proporciones. Estas características ayudan a profundizar los resultados de las diferentes frecuencias de sonido y su comportamiento en relación y refracción de estas herramientas. Pero, ¿vale la pena usarlos?
¿Cómo se comporta el sonido contra los paneles acústicos?
La frecuencia de un sonido, así como la posición y proporción de la fuente del mismo, son clave para definir el trabajo de un panel acústico. Los sonidos agudos, con frecuencias superiores a los 700 hz, suelen tener un comportamiento direccional estrecho. Por otro lado, los sonidos graves por debajo de este rango son los que más requieren un tratamiento acústico, ya que de ellos proviene el fenómeno de resonancia. Estos últimos se comportan expandiendo la onda de sonido de forma esférica.
Éstos se encargan de bloquear la mayor cantidad posible de las llamadas ‘’primeras reflexiones’’ que son las primeras zonas de choque del sonido. De esta forma, se evita la reverberación excesiva de una habitación con un alto índice refractario sonoro. Al colocarse en los laterales y al superior de la fuente de sonido, se bloquean las reflexiones agudas. Al bloquear igualmente las esquinas e intersecciones entre el techo y las paredes, sé ‘’atrapan’’ las frecuencias graves.
Importancia y uso en grabación de estudio
Los paneles acústicos son una parte vital de cualquier estudio de grabación, ya que su función principal es absorber la energía acústica que se refleja en la sala de grabación. Esto ayuda a controlar los niveles de reverberación que son comunes en muchos estudios sin aislamiento. Los paneles acústicos también contribuyen a la calidad del sonido al reducir los niveles de resonancia y al eliminar los ecos, los ruidos y los sonidos que no se desean.
Esto permite a los ingenieros de sonido lograr una mezcla de audio de alta calidad, sin distorsiones o efectos no deseados. Además, los paneles acústicos ayudan a aislar sonidos externos para que las grabaciones sean más precisas. De esta forma, se garantiza la pulidez de los resultados de una grabación y la posterior masterización de un audio que, sin este tratamiento acústico, no sería posible.
Entonces, ¿vale la pena utilizarlos?
Consideramos que en el ámbito de la música y la ingeniería de sonido, así como en los estudios físicos acústicos, sí vale la pena usarlos. Hay otros conceptos lejanos a la reflexión sonora que influyen en el comportamiento de un sonido en una habitación, como las proporciones y los ángulos. No obstante, los paneles acústicos son un avance enorme en el acondicionamiento acústico de un cuarto, además de ser eficientes y por supuesto, económicos.
En muchos aspectos, los paneles acústicos son una indumentaria completa y de calidad, que hacen la diferencia entre la precisión y la distorsión del sonido. Por ello, es un paso indispensable en el acondicionamiento acústico y en el análisis del comportamiento de ondas y frecuencias sonoras.