El cuidado de la salud es un cometido que debemos mantener presente a lo largo de toda nuestra vida; sin embargo, conforme el individuo va envejeciendo, esto se complica en gran medida. Estar presentes para vigilar a nuestros ancianos nos suele resultar casi imposible: la conciliación familiar es un reto todavía por alcanzar. Puesto que el seguimiento de su bienestar, sobre todo en cuestiones como el control de la tensión, es esencial, toca buscar recursos clave que nos ayuden en esta materia. Una misión mucho más sencilla gracias a los avances digitales que se han ido sucediendo a lo largo de los últimos años.
Riesgos de tener una tensión alta
Tener una tensión alta incrementa de forma drástica el riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular, un ataque al corazón, una enfermedad renal o una muerte prematura. Razones más que suficientes como para que la teleasistencia sea un gran reclamo en los tiempos que corren. Un servicio que se nutre del auge de internet y que ayuda a personas de todas las edades a resolver cuestiones clave para su salud.
Sin embargo, antes de profundizar en este tema, cabe dejar claro qué es tener la tensión alta. Los valores normales de tensión son de 120/80 mm Hg y, cuando superan estos valores (o el primero es mayor y el segundo inferior) los riesgos anteriores se ponen de manifiesto. Esto es algo completamente habitual entre las personas mayores, ya que las arterias van perdiendo su tamaño; lo cual dificulta el paso de la sangre. Por eso, vigilar continuamente la tensión resulta fundamental cuando se llega a cierta edad.
El papel de la telemedicina en el bienestar colectivo
La telemedicina no llegó de la noche a la mañana, sino que es el resultado de varios años de desarrollo tecnológico en los que se ha ido perfeccionando el servicio hasta alcanzar los índices de excelencia actuales. Este sistema permite que las personas puedan resolver sus dudas principales con los médicos correspondientes a distancia. Simplemente se necesita la pantalla de un ordenador o el dispositivo móvil y listo: el doctor te atenderá de forma telemática.
Por consiguiente, es muy fácil ver que este servicio resulta todo un alivio para las personas mayores. Ten en cuenta que muchas de las veces que la tensión resulta elevada, no es necesario acudir presencialmente a un hospital. De este modo, el anciano en cuestión solo tendrá que conectar con su médico de teleasistencia, al que se le explicarán los síntomas para que tome una decisión sobre cómo proceder en cada caso. Bien sea con la toma de alguna medicina recurrente, animando al paciente al descanso para repetir la prueba más tarde o, en el peor de los casos, con el envío de una ambulancia para tratar la situación con urgencia.
Sea como sea, este avance tecnológico permite que las personas mayores estén siempre bien atendidas. Algo que repercute de igual manera en el bienestar de los hijos, ya que la salud digital les permite despreocuparse parcialmente por el bienestar de sus ancianos y así desarrollar con normalidad el resto de su cotidianidad.
Razones más que suficientes como para ponerse en marcha y buscar los mejores portales web especializados en este tipo de asistencia médica.
Otros consejos para controlar la tensión alta
Además de las páginas web de la telemedicina, es necesario hablar de ciertos dispositivos que igualmente servirán para controlar los niveles de tensión. En este caso no nos referimos a los tensiómetros, sino a aparatos categorizados como ehealth (salud electrónica) que igualmente monitorizan al anciano para protegerlo en su día a día.
El ejemplo más claro de ello son los relojes inteligentes que quedan conectados a un altavoz portátil. El reloj va controlando las pulsaciones de quien lo lleva y, en caso de detectar alguna anomalía, envía una señal para que el centro médico se ponga en contacto a través de dicho altavoz. Si hay urgencia de por medio, se enviará un equipo médico al domicilio.
Asimismo, también disponen de un botón de SOS para que se pueda avisar de cualquier problemática. Un botón que igualmente se puede instalar en el smartphone, dando a los ancianos la oportunidad de recibir asistencia médica para así plantar cara a los incidentes más peligrosos.