Desde pequeños, recibimos numerosas recomendaciones de parte de nuestros médicos y padres sobre cómo mantenernos sanos. Sabemos que una buena alimentación, la ingesta diaria de agua y la actividad física forman parte de la base sobre la que podemos sostener una rutina saludable.
Y aunque todo eso es realmente importante, hay otra serie de consejos que también deberíamos implementar en el día a día para asegurar que nuestro cuerpo esté recibiendo la atención necesaria y que, en el caso de que suceda algo, podamos tener nuestras necesidades cubiertas y disponer de los recursos que hagan falta.
La importancia del seguro médico
No todas las personas lo tienen en cuenta como se debería. Un seguro médico puede garantizar que ante una situación imprevista (un accidente, por ejemplo) recibamos cobertura para atender los servicios médicos que pudieran ser necesarios, como radiografías, tomografías o intervenciones quirúrgicas.
Una póliza de seguro nos quita de esta preocupación. En ocasiones, sin embargo, puede que ésta no cubra absolutamente todos los servicios, y carezca, por ejemplo, de atención odontológica. En ese caso, consultar el precio seguro dental Sanitas nos puede quitar de dudas, e incluso facilitarnos el acceso a generosos descuentos.
Un seguro dental cubrirá numerosa cantidad de tratamientos odontológicos, incluyendo intervenciones de urgencia y atención telefónica las 24 horas. De esta manera, no tendremos que alterarnos por los gastos si llega el momento de hacer una limpieza, retirar una muela o curar una caries.
Los artículos de uso cotidiano
Cuántas veces habremos escuchado a nuestras madres o abuelas repetirnos la importancia de mantener una postura con la espalda recta. Lo cierto es que, aunque a menudo ignoremos las consecuencias, la postura es uno de los aspectos más importantes a cuidar.
Son muchos los factores cotidianos que pueden hacer que nuestra postura vaya doblándose a lo largo del tiempo. Actualmente, el uso prolongado de los ordenadores constituye una de las principales causas de los problemas en la espalda.
Esto se debe a la cantidad de horas que permanecemos sentados o recostados en posiciones incómodas, y a las que, eventualmente, todo nuestro cuerpo se acostumbra.
La incorrecta alineación de los ligamentos, músculos y articulaciones, puede causar molestias recurrentes, como las populares contracturas, los dolores en la espalda o el cuello, y en el peor de los casos, severos inconvenientes para realizar movimientos básicos.
Sin embargo, hay maneras de ayudar al cuerpo a re-adaptarse y perfeccionar su postura. Una de ellas es optando por objetos de uso cotidiano que estén diseñados con el fin de preservar la salud, como los colchones Bedy, descanso inteligente. Por la calidad de los materiales de fabricación, éstos garantizan el máximo confort, y una espalda segura y recta.
Al optar por un colchón, es necesario contemplar que tenga la rigidez suficiente para sostener la línea de nuestro cuerpo estable, y la flexibilidad para poder movernos y descansar libremente.
Esto se logra gracias a los acolchados en visco soja y el refuerzo perimetral de alta densidad. Ambos elementos permiten la adaptabilidad del cuerpo a la estructura del colchón y una mayor durabilidad en el tiempo.
De la misma manera, y si pasamos largas horas frente al ordenador o un escritorio, las sillas ergonómicas son una de las mejores opciones para corregir la postura. Están fabricadas especialmente con el objetivo de resultar ligeras para el uso diario, y cómodas durante las largas horas que tendremos que estar sentados. Normalmente, disponen de un asiento regulable, en profundidad y altura.
Por sus características, son cada vez más utilizadas en las oficinas, y adoptadas también por artistas que deben pasar largas jornadas ilustrando o diseñando.
Las mejores sillas ergonómicas para la salud poseen también soporte para los brazos, un cabecero ajustable, y regulación del soporte lumbar.
Es importante destacar que, por la manera en la que han sido diseñadas, estas sillas alcanzan una vida útil considerablemente larga, lo cual reduce los costos si las comparamos con una silla común y corriente.
Una de las cuestiones fundamentales que debemos tener en mente es que, cuando se trata de la salud, siempre será recomendable invertir en artículos y servicios de calidad. De lo contrario, puede que a la larga el costo sea alto, y resulte más difícil revertir los efectos de no habernos cuidado.