Estanterías colmadas de libros, ejemplares apilados encima de una mesa de noche, torres con ediciones viejas y nuevas en el suelo… Si te gusta la lectura, conoces de primera mano el placer que supone entrar en una habitación repleta de libros. Para los grandes lectores o coleccionistas, cualquier lugar es bueno para guardarlos, pero nada más lejos de la realidad. Tanto si cuentas con mucho espacio en casa como si careces de él, es importante que los cuides y conserves adecuadamente para que puedan mantenerse en buen estado el mayor tiempo posible. A continuación, te presentamos algunos consejos.
- Ten cuidado al manipular los libros. Casi todos lo hacemos, pero doblar las esquinas para marcar la página donde dejaste la lectura la noche anterior no es recomendable. En lugar de hacer esto, utiliza siempre un marcapáginas o usa un lápiz para dejar una pequeña marca que posteriormente podrás borrar. Este consejo es muy útil, sobre todo, si eres partidario de darles una segunda vida y recuperar parte del dinero invertido vendiendo tus libros usados en aplicaciones como momox, disponible para iOS y Android.
- Almacenamiento correcto. Atesorar una pequeña o gran colección de libros requiere encontrar un lugar adecuado y, para ello, debes tener en cuenta varias cosas. Es importante elegir un espacio que esté limpio y donde no haya humedad porque esta puede dañar las páginas y favorecer la aparición de hongos. También es perjudicial exponerlos a la luz directa del sol, no solo porque esta puede decolorar las tapas, sino porque a la larga también se debilitan las fibras del papel. Por último, trata de evitar que estos estén expuestos a cambios extremos de temperatura y opta por estanterías donde los libros puedan colocarse en posición vertical.
- Límpialos con delicadeza. A todos nos pasa que con el tiempo los libros que ya han sido leídos y que ahora decoran una estantería de nuestra casa acaban acumulando polvo o suciedad. En este caso, pueden limpiarse con cuidado utilizando un paño seco o una brocha de cerdas suaves. No uses productos químicos o limpiadores líquidos si quieres eliminar una mancha. En casos así, lo mejor es consultar con un especialista o un conservador de libros para recibir orientación sobre cómo hacerlo sin dañarlo.
- Protégelos contra insectos. Una biblioteca puede convertirse en un hábitat tranquilo para diversos tipos de insectos, ya que se mantienen alejados de los predadores y ofrecen una temperatura agradable para la supervivencia de insectos como polillas y ácaros. Para evitar este problema, te recomendamos usar repelentes específicos contra los insectos que aparecen en los libros. También conviene revisarlos de vez en cuando para detectar signos de infestación como, por ejemplo, pequeños agujeros o residuos de insectos y, en caso de que sea necesario, tomar medidas inmediatas para controlar la situación.
- Ten cuidado con los líquidos. Hay que tener mucho cuidado con los líquidos, incluso con el agua, ya que estos pueden dañar las páginas, deformar las cubiertas y promover la aparición de hongos. Si llevas tus libros contigo, lo más recomendable es que utilices bolsas o fundas impermeables para protegerlos.
- Cuida las cubiertas. Las cubiertas de los libros son muy importantes para poder mantenerlos en buen estado durante mucho tiempo. Siempre que sea posible, trata de manipularlos sosteniéndolos por las tapas. De esta forma, evitarás que las páginas se suelten o se desprendan con el tiempo. Además, si tus libros tienen sobrecubiertas, puedes retirarlas mientras los lees para evitar su deterioro y cuando hayas terminado, simplemente las vuelves a colocar.
- Haz un mantenimiento periódico. Realiza revisiones regulares de tus libros para detectar posibles problemas como páginas sueltas.
En definitiva, cuidar nuestras bibliotecas personales es una forma de preservar y honrar el legado cultural que contienen. Siguiendo los consejos anteriores estarás poniendo todo de tu parte para que los libros se mantengan en óptimas condiciones y generaciones futuras puedan disfrutarlos. Y hablando de generaciones futuras. Si tienes hijos y quieres inculcarles esta enriquecedora costumbre, una forma de conseguirlo es apuntarles a un club de lectura, donde podrán compartir sus impresiones, descubrir nuevas perspectivas y disfrutar de interesantes debates literarios en un entorno infantil.