Cuando se trabaja con mercancías, nacionales o extranjeras, que tengan que almacenarse en un depósito antes de distribuirse fuera o dentro del país, tienen que cumplirse ciertos requisitos legales y fiscales, que es importante conocer para poder desarrollarlos correctamente.
Las mercancías que provienen del extranjero o se producen en el país, pero van a exportarse, deben pasar primero por un proceso aduanero que incluye el almacenaje de deposito fiscal, el cual debe cumplir con unos determinados requisitos legales para su correcta ejecución.
Un almacén fiscal está contemplado dentro de un régimen aduanero para importadores y exportadores que tienen que mantener cargas o mercancías, nacionales o extranjeras, dentro de un sitio habilitado para el control aduanero hasta que se lleven a sus destinos finales.
Hay almacenes fiscales en puertos, aeropuertos y fronteras, que están bajo el control y la administración de agentes aduaneros facultados por la Administración General de Aduanas para ejercer funciones de almacenaje. Estos son administrados por particulares que están autorizados para operar dentro del marco legal.
Las oficinas del almacén fiscal cuentan con equipos tecnológicos que hacen un enlace directo con las entidades reguladoras, para garantizar un registro legal de los movimientos que tengan que hacer las mercancías que se encuentran depositadas en ellas.
Los servicios que prestan las oficinas de almacenaje fiscal
Hay empresas especializadas que ofrecen servicios de almacenaje, que además, ayudan a completar todas las gestiones fiscales y legales que deben cumplirse. Su plan es reducir costes innecesarios para sus clientes, con la implementación oportuna y efectiva de las acciones que deban ejecutarse.
Su función principal es facilitar las operaciones de almacenaje y logística de exportadores e importadores en los correspondientes depósitos, y agilizar los trámites para que los productos que se encuentran en ellos, se puedan comercializar de forma oportuna.
Las tarifas de este tipo de almacenes solían ser costosas, pero por suerte para los usuarios de estos servicios, hay compañías que han reducido sus costes significativamente, y pueden ofrecer excelentes planes de almacenaje para sus clientes.
Son almacenes con modernos sistemas de seguridad y vigilancia permanente durante las 24 horas del día, con personal altamente cualificado, que garantiza la integridad de las cargas depositadas durante el tiempo que estén resguardadas.
Características principales
Las compañías de almacenaje fiscal reúnen ciertas características que las hacen especiales y diferentes a otros tipos de servicios de almacenaje ordinario:
- Extracción y pago de acuerdo con las necesidades particulares de cada empresa: la extracción de la mercancía y los correspondientes pagos de impuestos se pueden ejecutar de manera parcial o total, según se requiera.
- Justo a tiempo: realizan todas las gestiones de forma ágil y oportuna, para que los clientes aceleren sus ventas y optimicen los consecuentes procesos productivos.
- Proveedores extranjeros: las mercancías se pueden almacenar a nombre de una firma extranjera y facturarse a quien las importe en territorio nacional.
- Cumplimiento de normas oficiales: un depósito fiscal debe cumplir las normas tributarias que correspondan al país donde se almacenen las mercancías, para agilizar los trámites aduaneros.
- Retorno al extranjero: hay situaciones de diversa índole, que obligan a que las cargas depositadas se tengan que regresar a sus países de origen, lo cual se puede efectuar sin el pago de impuestos de importación.
- Personal altamente cualificado: los técnicos que trabajan en estos almacenes deben contar con las habilidades y la pericia necesarias para afrontar el trabajo que conlleva la administración de un depósito fiscal, lo cual, garantizará que todo el trabajo se ejecutará de la manera adecuada.
- Maquinarias de alta calidad: los equipos que se utilizan para mover las mercancías de forma segura y correcta en los almacenes, deben ser los indicados para realizar los correspondientes trabajos.
- Sistemas de almacenaje adecuados: todas las mercancías no son iguales y pueden variar significativamente, dependiendo de sus características propias, por lo que los sistemas que se utilizan deben adaptarse a cada tipo de carga. Eso es esencial para que el almacenaje sea impecable y lo que se guarda en los depósitos esté protegido como debe ser.