La formación profesional está creciendo, tanto en cuanto a número de alumnos como por los sectores que abarca. Se ha posicionado como una de las referencias formativas en muchos pilares básicos de la sociedad y uno de estos modelos es la enseñanza. El grado superior educación infantil es el mejor ejemplo de cómo este tipo de formación tiene un importante impacto a nivel social y una utilidad clara y definida que se traduce en resultados y mejoras.
La educación de los más pequeños, fuera del ámbito escolar, ha sido, tradicionalmente, una de las mayores preocupaciones de los padres, que buscan áreas de trabajo y ocio donde los pequeños puedan seguir formándose y desarrollándose. Ludotecas, actividades extraescolares o jardines de infancia son algunos espacios donde se contextualiza esta necesidad, en un ambiente donde se ha enfatizado el trabajo en aquellos niños que puedan tener problemas psíquicos y motores, o de exclusión.
El educador infantil asume el reto de asumir y diferenciar los cambiantes contextos sociales, económicos y psicológicos de cada niño. Para ello se requiere una actitud positiva y de cierto entusiasmo por ellos, además de disponer de la paciencia adecuada para sostener los cambios de humor y de necesidades. Son aptitudes imprescindibles para tener buenos resultados en esta labor, sin olvidar la capacidad creativa y la habilidad de observar y comunicarse con todos los menores. En esta tarea no puede faltar una buena dosis de energía y la capacidad organizativa adecuada para trabajar con un grupo de tan corta edad.
Formación
El Grado Superior de Educación Infantil pone el acento en este contexto y ofrece una formación especializada y de alta calidad para trabajar con los más pequeños. El plan académico de este grado, que tiene una duración de dos años, incluye diferentes temáticas y técnicas que permiten a los alumnos finalizar con conocimientos suficientes para desarrollar, analizar y poner en marcha actividades lúdicas y didácticas con grupos de niños de 0 a 6 años. Corresponde al primer ciclo de Educación Infantil y abre muchas puertas laborales dentro de este ámbito, como en actividades lúdicas y sociales para niños, departamentos de servicios sociales de atención primaria o en instituciones que acogen a menores con dificultades sociales o de integración.
Las ramas didácticas que se presentan en esta fp educacion infantil son variadas y numerosas; y entre ellas destacan la formación en educación y salud infantil, el desarrollo de juegos y su metodología o las técnicas para atender a menores en riesgos de exclusión social y tratar esta situación con sus familias. Conocer el funcionamiento del cuerpo y la mente de un niño es fundamental para comprenderlo y por ello hay un apartado para el desarrollo cognitivo y motor. Otras habilidades sociales están relacionadas con la actitud del educador y hacen referencia a labores de comunicación y expresión, así como al desarrollo de destrezas sociales y afectivas para con los pequeños. Los primeros auxilios corresponden un requisito imprescindible en esta labor y también está presente en el plan académico de este Grado.