Los destinos turísticos más comunes para el verano son aquellas ciudades o comunidades autónomas que cuentan con playa, debido a que por las altas temperaturas, una de las actividades que más buscamos durante estos días libres es bañarnos en las aguas del mar. Sin embargo, también existe otro tipo de turismo interior, como es el caso de las visitas a grandes ciudades, como Salamanca, Toledo o Madrid. Sin embargo, si en tu plan no quieres incluir grandes ciudades, donde normalmente se aglutina mucha gente durante esas fechas, puedes optar por una opción más cercana a la naturaleza, una opción que además tiene todas las ventajas de un clima distinto y la variedad de sus parajes en cada una de las estaciones.
En ese caso, uno de los destinos de España donde puedes disfrutar de estos parajes, es el Valle de Benasque. Veamos qué puedes hacer en el propio valle y en sus proximidades.
El paraje natural del Valle de Benasque
El Valle de Benasque es un paraje natural del Pirineo aragonés, situado en la comarca de la Ribagorza, en la cuenca superior del río Ésera, un río que delimita la zona superior del valle y el cañón de Congosto de Ventamillo.
Al tratarse de un espacio natural, puedes realizar distintas rutas de senderismo durante todo el año. Sin embargo, debido a los colores de las hojas en otoño, se considera que los meses de septiembre a diciembre son los más idóneos para disfrutar de la naturaleza. Una de estas rutas es el camino del Ésera, donde se sigue este río desde el norte hasta el sur.
La vegetación en la zona cuenta con grandes árboles como hayas, abetos y pinos negros, en las zonas de altura aproximada entre 1.400 y 2.300 metros; así como quejigos y pinos rojos, en menor altura.
Otra actividad que puedes realizar es el vuelo en parapente, con lo que podrás tener una visión panorámica y desde el aire, de esta zona tan poblada de vegetación y montañas.
Además, si prefieres dormir en la naturaleza, puedes aprovechar el camping Benasque para disfrutar de este entorno rural y sus proximidades.
Qué ver en torno a Benasque
La localidad más cercana es la que da nombre al valle, es decir, Benasque, un pequeño municipio de Huesca donde podemos visitar el Palacio Renacentista de los Condes de Ribagorza.
Por otro lado, en la localidad cercana de Cerler, puedes encontrar una de las mayores pistas de esquí de la zona, con 81 kilómetros de pistas y un desnivel de 1.200 metros.
El río Ésera es uno de los elementos característicos de estos paisajes. Sus aguas conforman el fenómeno catártico de la forau de Aigualluts, una filtración de las aguas del glaciar Aneto que aparecieron en el valle de Arán. Como fruto de las aguas glaciares, también se creó el Lago Ibón de Gorgutes, cerca de la frontera entre el Pirineo Aragonés y Francia.
El pueblo de Cerler, cercano a Benasque, es el más alto del Pirineo Aragonés. Cuenta con un casco antiguo muy bien conservado, y desde algunas de las zonas del pueblo, puedes tener la visión de grandes parajes naturales de la zona. Al igual que en Benasque, se conservan casas nobiliarias del siglo XVI.
Desde el Valle de Benasque podrás ver el Pico Aneto, el pico más alto de los Pirineos y el segundo más alto de España, después del Mulhacén; o del Teide, si dentro de la categoría de picos incluimos también a los volcanes.
El Refugio de la Renconclusa, el refugio de Estés y el refugio de Ángel Orús, son tres de los grupos montañosos en los que puedes hacer una ruta sin necesidad de un gran equipamiento.
Teniendo en cuenta todas las atracciones turísticas naturales que ofrece esta localización aragonesa, no dudes en visitarla para descansar durante una escapada donde encontrarte con la naturaleza, y así disfrutar de un ambiente alejado del estrés y de las ataduras del día a día, disfrutando del momento y sus parajes.