Todas las etapas de la vida implican excelentes razones para mantenerse activo sin importar la edad, y si bien en la mente la edad puede ser un simple número, conforme envejecemos al cuerpo suele resultarle más difícil conservar el ritmo —cuando es más importante que nunca mantenerse activo.
No es necesario que todos los cambios de vida y los nuevos hábitos se den de una sola vez. Una excelente manera de ayudar a que los sistemas del organismo se mantengan saludables a largo plazo es incluir en régimen de salud el consumo diario de vitaminas. Sin embargo, como el cuerpo cambia naturalmente con la edad, necesita un poco más de ayuda para mantenerse en buena forma.
Cómo seguirle el paso a un cuerpo en proceso de cambio
Si desea que su cuerpo siga respondiendo y siga haciendo eco a sus objetivos de salud, tendrá que hacer el esfuerzo. A continuación presentamos algunas formas en que el proceso natural de envejecimiento desafía —y cambia— a nuestro yo activo.
Músculos y huesos
La salud de los músculos y los huesos influye en el equilibrio, la agilidad y la flexibilidad, y a medida que envejece, y por la forma en que cambian los músculos, usted podría perder fuerza y flexibilidad, además de la capacidad para mantenerse activo durante periodos prolongados. Y si usted cree que puede contar con sus huesos para tomar el relevo, piénselo dos veces. Con el tiempo, los huesos pierden densidad, y esto se traduce en un mayor riesgo de sufrir lesiones.
Control del peso
Los cambios musculares representan un reto también para el control de peso. A medida que se pierde masa muscular, el organismo ya no puede quemar calorías con la misma eficacia, de tal forma que es más fácil que se cuelen furtivamente algunas libras. Además de la reducción de la energía, la estamina y la fuerza, tal vez usted tendrá que esforzarse más para conservar un peso saludable.
Salud cardiovascular
Todos tenemos que demostrarle al corazón nuestro aprecio si queremos mantener la salud cardiovascular. Conforme pasan los años, el corazón tiene que hacer un mayor esfuerzo para impulsar la sangre por las arterias, con lo cual puede aumentar el riesgo de padecer hipertensión arterial o enfermedades cardíacas.
¡Pero el envejecimiento no es una desgracia! Y no es imposible envejecer con gracia —en especial cuando se cuenta con las herramientas para disfrutar de los últimos años con todo el fervor de la juventud.
Beneficios para la mente de mantenerse activo
Hace mucho tiempo —desde los días de la Antigua Grecia— que se reconoce que el ejercicio y la actividad son vitales para una vida saludable. Pero los beneficios van mucho más allá de la salud física, y son innumerables los estudios que apoyan su impacto positivo en la salud mental. Los beneficios de llevar una vida activa incluyen:
- Mejor estado de ánimo
- Mayor concentración, desarrollo del aprendizaje y funcionamiento cerebral.
- Autoconfianza y una imagen positiva de uno mismo
- Sueño de mejor calidad
- Alivio del estrés
Entendiendo los beneficios de mantenerse activo es posible seguir motivado para ello, incluso experimentando la respuesta natural del organismo ante el envejecimiento. Y una vez motivado para hacer cambios saludables para mantenerse activo hasta la vejez, a continuación le ofrecemos algunas sugerencias y trucos favorables para mantener sus niveles de energía tan altos como su fuerza de voluntad.
7 formas de energizar el régimen de salud conforme se envejece
- Encontrar una actividad que se disfrute
El ejercicio no tiene porqué ser una tarea rutinaria, y si hace que la sangre fluya, cuenta. Desde pasear al perro hasta bailar vals, encuentre las actividades que disfruta y comprométase, pues es mucho más probable perseverar en algo que sí se quiere hacer —y siéntase lleno de energía incluso en esas mañanas en que lo que se antoja es un pícnic de cama».
- Controlar la dieta
La comida es combustible, y algo bueno tiene que entrar para que algo bueno salga. Haga que cada caloría que consume trabaje para usted como se debe y le brinde energía sostenida y todas las bondades derivadas de alimentos ricos en nutrientes, vitaminas y minerales.
- Tomar vitaminas diariamente
Si aún no toma vitaminas todos los días, ¡comience hoy! No siempre es posible obtener solo de los alimentos los nutrientes que se necesitan, en especial porque esas necesidades cambian a medida que se envejece. Entonces, deje de adivinar y busque un multivitamínico de alta calidad para apoyar la salud total del organismo.
- Hacer ejercicio con amigos
A muchas personas les resulta más fácil mantenerse activas cuando tienen un compañero de ejercicio —ese que nos anima cuando lo que uno quiere es tirar la toalla. Comuníquese con algunos de sus amigos y averigüe si están listos para un divertido desafío. Y aunque no lo estén, ¿por qué no seguir adelante y lanzarse de todos modos a una nueva rutina de ejercicio? Seguro conocerá a personas encantadas de potenciar sus objetivos de condición física con un amigo.
- Evalúe los beneficios del entrenamiento con pesas
El entrenamiento con pesas ayuda a incrementar la masa muscular y a recuperar la que se pierde a medida que se envejece. No tiene que cargarle mucho peso a la barra (¡a menos que quiera, por supuesto!) Empiece con poco peso —basta con mancuernas de medio kilo o un kilo— y aumente a partir de ahí. ¿No disfruta con las pesas? Pues pruebe con bandas elásticas. Cualquier tipo de entrenamiento con resistencia le ayudará a que los músculos estén listos para el movimiento.
- Confiar en la fuerza del core (centro)
El fortalecimiento del core contribuye al mejoramiento de la postura, el equilibrio y la estabilidad. Además, esto suele ayudar a prevenir el dolor y las lesiones de espalda. ¡Ganar, ganar, ganar! Yoga, Pilates, Yogalates —todas excelentes actividades para la salud física y mental. Pero si no le atraen, la natación es otra opción excelente para apoyar la mente y el cuerpo.
- Programar, programar, programar
Algunas personas se han dado cuenta de que si programan su entrenamiento, son más las probabilidades de que no abandonen su afán de alcanzar sus objetivos de salud… ¡y también quieren lograrlo! De modo que estando mentalmente preparado para ponerse en movimiento, es menos probable encontrar excusas para no hacerlo y realmente lo esperará con ansias. Si tiene planes, puede organizar su día en torno a ellos. Después de todo, no querrá llegar sudando a su cita para almorzar media hora después de hacer ejercicio. Así que ni lo dude, póngalo en su calendario. ¡Claro que con tinta!
Envejecer no significa bajar el ritmo. Viva una vida divertida, plena y activa ¡a cualquier edad!
Biografía
Kirsty dejó las brillantes luces de Londres en 2016 para dar el salto al otro lado del charco. Chica citadina de corazón, pasó cuatro memorables años en Nueva York antes de cambiar los rascacielos por las igualmente imponentes montañas de Utah. Le encantan las ciudades europeas, los libros y los programas de televisión inspirados en hechos reales, además de los podcasts.