Los niños son propensos a sufrir enfermedades en los dientes, especialmente caries. No se debe dejar la salud bucodental de lado, es esencial que el pequeño sea llevado a un dentista infantil al menos una vez al año, para revisar el estado de sus dientes y así prevenir enfermedades.
Una parte esencial del bienestar en general, que a veces se pasa por alto, es la salud dental. Muchas veces se descuidan los hábitos de limpiar bien dientes y encías, haciendo que se deterioren. Esto, sumado a ignorar las visitas al dentista, puede hacer que surjan enfermedades como las caries o la gingivitis.
Esta situación sucede tanto en adultos como en niños. Y es que los padres en ocasiones descuidan la salud bucal de toda la familia, al no tenerla como una prioridad.
Es importante tener en cuenta que los más pequeños requieren que los padres los guíen para que puedan desarrollar hábitos de higiene dental adecuados, pues al no tener mucha conciencia de su salud, pueden terminar descuidándola.
Estos hábitos deben ser inculcados desde la más temprana edad. Los niños deben ser llevados al dentista a partir del primer año de vida, o al menos 6 meses después de que le haya crecido su primer diente. Esto es esencial para procurar que su dentadura empiece a crecer de una forma adecuada y sana.
Es importante destacar que no todos los dentistas están capacitados para atender la salud bucodental de los niños. La dentadura no solo es diferente a la de un adulto, sino que el temperamento de los más pequeños es un poco difícil de controlar. En este sentido, el dentista infantil especializado es el profesional más indicado para este trabajo.
Un buen dentista infantil en Madrid podrá detectar anomalías en la estructura dental, además de diferencias en su color. Las caries, aunque sean mínimas, es otro problema que estos profesionales pueden observar y revertir oportunamente. Pero además, son muy útiles para inculcar hábitos de limpieza dentales adecuados de una forma que los niños puedan entender.
Prevenir problemas dentales en un futuro
Muchas veces los padres, por mero desconocimiento, inculcan en sus hijos hábitos de higiene dental que no son los más adecuados para limpiar adecuadamente los dientes, razón por la que es importante que acudan al dentista para que oriente al pequeño en lo que sea más correcto.
Además, se pueden presentar casos de maloclusiones en los pequeños, lo cual puede interferir en su desarrollo, por lo que deben ser atendidos por un especialista de manera oportuna.
Y es que situaciones como una mala posición dental puede generar muchos problemas en los niños más adelante. Además del problema estético, puede existir una mayor probabilidad de aparición de caries, inflamación gingival, deficiencia masticatoria y dolores articulares. En los casos más graves, incluso puede interferir en la función del habla.
Por eso, los tratamientos preventivos son esenciales para procurar la buena salud dental del niño en un futuro. Algunas veces se debe aplicar flúor en la superficie de los dientes, otras se puede colocar el sellador dental. Todo dependerá del estado de los dientes del niño y de lo que se esté buscando prevenir.
Sin embargo, el mejor tratamiento preventivo que todos los niños deben aplicar es una buena higiene dental desde temprana edad. Enseñar la importancia de la limpieza bucodental y las técnicas para cepillarse es un gran paso para que el pequeño desarrolle buenos hábitos de higiene.
La caries es la patología que más suele afectar a los más pequeños y por eso la importancia de la prevención. El riesgo de sufrir caries se tiene incluso, en los dientes de leche, de manera que si esta llega hasta la raíz del diente temporal se formará un absceso que perjudicará al diente final.
Es esencial cumplir con las visitas periódicas al dentista infantil y así detectar estas situaciones apenas aparezcan. Esto será esencial para que en un futuro la dentadura pueda crecer de forma sana y fuerte, y que el niño pueda sonreír sin ningún tipo de miedo o inseguridad.