Uno de los artículos imprescindibles para la atención de la infancia es el carrito de bebé. Es tan importante como la cuna o el biberón, y no solo por cuestión de tradición, sino porque trae muchos beneficios al pequeño y sus padres.
Entre las principales ventajas del carrito de bebé está la seguridad. Los carritos de bebé clásicos, y los modelos más actuales aún más, cuentan con sistemas de protección contra impactos, así como refuerzos cómodos y funcionales para evitar que se salga de la silla.
Otro de sus beneficios es la versatilidad, haciendo que la tarea de desplazar al pequeño de un lado a otro sea más cómoda y con facilidad de desplazamiento. Esta versatilidad, además, implica que el transporte de este accesorio sea fácil, ya que se puede plegar, pudiendo llevarse sin contratiempo de un lado a otro, de tal manera que es posible usarlo siempre que se requiera.
De igual manera, estos carritos tienen la debida protección para el niño, tanto para los rayos del sol, como para las inclemencias del tiempo en general. Pero la comodidad, sin duda, es el beneficio primordial, ya que el carrito hace que los padres no tengan que llevar todo el tiempo en los brazos al bebé, sobre todo a medida que pasan los meses y van creciendo, siendo más grandes y con mayor peso.
Tipos de carritos de bebé
Existen diferentes tipos de carrito de bebé, escoger uno va a depender de múltiples factores. Hoy en día es posible contar con tiendas online especializadas que ofrecen variedad e, incluso, asesoría para seleccionar el producto que mejor se puede adaptar a las necesidades particulares.
Entre los tipos más utilizados por su funcionalidad está el carrito de bebé clásico, la opción más sencilla y barata, lo que no quiere decir que sea menos práctica y segura. Pueden ser de dos ruedas, cuatro o simples, compactos o de plástico. Al ser menos manejables y con pocas funciones adicionales, suelen ser aptos para ser usados solo en superficies planas.
Otro tipo es el carrito combinado, el cual se puede usar hasta los tres años aproximadamente, ya que su diseño ha sido creado para evolucionar según los requerimientos del bebé. En los primeros meses, brinda confort total al bebé para dormir; cuando el niño tiene cuatro meses se puede sujetar al asiento del automóvil y cuando es más grande sirve como carrito de tipo clásico.
El carrito plegable es ideal para las vacaciones, días de paseo o compras, por su fácil transporte. Este puede usarse a partir de los seis meses de edad, cuando el bebé ya se sienta cómodamente. Es muy popular por lo práctico que es.
Está muy de moda el carrito de tres ruedas, el cual tiene como característica más importante su resistencia. El tipo de ruedas que tiene, hace que pueda ser utilizado en varios tipos de terreno. Se puede usar en niños entre 6 y 36 meses de edad.
Es un carrito que garantiza un amplio rendimiento, además de un máximo agarre. Tiene freno en el manillar y sistema de suspensión, que aseguran la comodidad del bebé y menos impacto durante los traslados.
El carrito gemelar es el que tiene el espacio suficiente para dos asientos, bien para transportar mellizos o dos niños de diferentes edades. Cuenta con una amplia cesta de almacenaje en su parte inferior, además de un sistema de suspensión para mayor comodidad y maniobrabilidad.
Tiene las ruedas traseras más grandes que las delanteras, lo que ofrece bastante estabilidad, incluso en terrenos difíciles. Algunos modelos cuentan con paneles de ventilación laterales y parasol con varias posiciones.
Lo más importante es que ofrezca la máxima seguridad al pequeño, además de hacer que sus paseos sean placenteros y les permitan conocer el mundo de una manera cómoda y feliz.