Sin duda, el aparato más importante que nos ha otorgado la revolución tecnológica, definitivamente es el ordenador. Este invento cambió completamente al mundo, modificando la forma en la que la sociedad interactúa, produce y se comunica.
Hoy en día es imposible no beneficiarse de estos aparatos, ya sea que se cuente con un ordenador personal, un teléfono inteligente o simplemente se utilice algún servicio que funcione mediante la informática, estos aparatos forman parte de nuestro día a día, definiendo cómo nos comunicamos con los demás.
Técnicamente hablando, un ordenador es una máquina que tiene la capacidad de ejecutar ciertos comandos, para así poder procesar datos y mostrarlos al usuario. Existen muchos tipos de ordenadores, los cuales ayudan a realizar acciones como operaciones matemáticas, envío y llegada de mensajes, procesamiento de textos, reproducción multimedia, entre otros.
Junto a internet, los ordenadores permiten realizar una cantidad casi infinita de tareas, como hablar con personas de cualquier lugar del mundo, escribir documentos, realizar pagos, o bien, explorar la red para obtener información, entre otros. Lo más asombroso, es que en la actualidad, se pueden realizar estas acciones con ordenadores que caben en la misma palma de la mano.
Conocer la historia de los ordenadores y los tipos que existen, es indispensable para entender bien lo complejo e importante que son estos sistemas, ya que forman parte de la vida misma, por lo que es necesario comprenderlos para poder apreciar los beneficios que pueden aportar.
Existen muchos tipos diferentes
La historia y la evolución de los ordenadores es bastante amplia, por lo que muchos modelos y variantes han ido apareciendo y quedando en la obsolescencia a lo largo de las décadas. Así es la evolución tecnológica, los ordenadores innovadores reemplazan a los antiguos.
Sin embargo, ciertas variantes han persistido a lo largo del tiempo, involucrando nuevas tecnologías para mantenerse al día. En la página comofuncionaque.com nos explican los tipos de computadoras que podemos encontrar hoy en día, además de explicar sus diferentes características y la función que cumplen en el mundo contemporáneo.
Entre todos estos tipos, el más conocido definitivamente es el ordenador personal. Es el clásico PC de escritorio que todos tienen en casa, además de existir en formato portátil. Permiten realizar las actividades básicas de informática, tales como navegación por internet, utilización de programas de ofimática y reproducción de fotos, audio y vídeos.
Además, los modelos más nuevos y potentes, permiten ejecutar programas complejos para la producción y edición de archivos multimedia, funcionan como servidor personal y pueden hacer funcionar videojuegos de última generación, al ser modelos muy versátiles, capaces de suplir las necesidades del usuario común.
Las empresas que manejan una gran cantidad de datos, necesitan los conocidos como servidores centrales (mainframes), que son ordenadores que sirven para entes gubernamentales o compañías que procesan bases de datos y operaciones bancarias, entre otros. Además, con ellos se pueden gestionar actividades de otros ordenadores menos potentes que puedan estar conectados a su red.
Cuando esto no es suficiente, se requiere la utilización de una súper computadora, terminales ultrapotentes que tienen la capacidad de ejecutar billones de comandos en un par de segundos. Son comúnmente utilizados para la investigación científica o tareas de inteligencia militar, cuando realmente resulta necesaria este tipo de potencia extraordinaria.
Sin embargo, para el usuario común, basta con un ordenador personal, pues es capaz de realizar todas sus tareas diarias. Los sistemas operativos modernos (también llamados por sus siglas, SO), como Windows, Mac o Linux, incluyen todos los programas necesarios; y en caso de necesitar alguno más, probablemente exista en internet alguno que permita realizar la tarea necesaria.
Para los usuarios más exigentes, existen ciertos modelos especiales, los ordenadores all-in-one, que incluyen CPU y procesador dentro de la misma pantalla.
Los teléfonos inteligentes también son ordenadores
Lo más sorprendente de la reciente evolución tecnológica es el avance que ha tenido el sector de la telefonía móvil. Y es que hoy en día, el teléfono móvil se ha convertido en una especie de ordenador portátil de tamaño reducido.
Los smartphones iPhone y Android más nuevos, tienen una potencia similar a la que tienen los ordenadores personales de hace unos años. Con ellos se pueden realizar las tareas básicas, que para muchos usuarios ya es bastante.
Es por esto que, poco a poco, los dispositivos móviles han reemplazado a los ordenadores personales, en cuanto a cuota de mercado se refiere. Los SO de los dispositivos actuales son tan versátiles que muchas personas trabajan desde ellos, realizan sus pagos y ejecutan operaciones, entre otras cosas más.
Y es que incluso contienen muchos elementos que, por la propia naturaleza de los ordenadores personales, son únicos de los teléfonos inteligentes. El micrófono y la cámara integrados, el servicio de radio AM y FM, posibilidad de enviar SMS y recibir llamadas telefónicas, entre otros. Todo esto, unido al tamaño pequeño del dispositivo, permite tener ordenadores que caben dentro del bolsillo.
A quienes les gusta disponer del diseño compacto de los teléfonos, pero preferirían un tamaño más grande, suelen elegir las tablets, que son prácticamente el mismo dispositivo, pero con una pantalla y una resolución mayores. Es otro tipo de ordenador bastante útil, que es de los más utilizados hoy en día.
Cabe mencionar también los ordenadores “vestibles” o corporales, que siguen la misma filosofía de los smartphones pero llevada al extremo. Esto consiste en integrar minicomputadoras en relojes, pulseras e incluso gafas de visión. Suelen funcionar como complemento para otros tipos de ordenadores permitiendo ejecutar comandos sencillos sin tener que utilizar teclado y ratón, o más bien, evitando sacar el teléfono de la cartera o bolsillo.
Incluso se han integrado ordenadores en electrodomésticos, como cafeteras, neveras o inodoros. La tecnología avanza a pasos agigantados, y es posible que dentro de pocos años, existan dispositivos que hoy en día ni siquiera podemos imaginar.