La Fuerza Aérea de Israel llevó a cabo ataques nocturnos contra dos blancos terroristas en Gaza, en respuesta a un previo lanzamiento de cohetes contra el sur de Israel. Los blancos incluían una fábrica de armas subterránea utilizada por la división de guerra química de Hamás, y un lugar para la producción de componentes de cohetes, según confirmó el portavoz de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI).
Un acto de represalia de Israel
Según informes palestinos, no se reportaron lesiones en el área costera de Gaza. Sin embargo, varias casas en al Baydar, al oeste de la ciudad de Gaza, y Beit Lahieyh, al norte de la Franja de Gaza, sufrieron daños debido a los ataques aéreos israelíes.
Este acto de represalia fue en respuesta al lanzamiento de cohetes desde Gaza hacia el sur de Israel. Anteriormente, se habían escuchado sirenas de alerta en Sderot y otras comunidades cercanas a la frontera con Gaza.
El portavoz militar confirmó que cinco cohetes fueron lanzados desde Gaza, todos interceptados con éxito por el sistema de defensa aéreo de las FDI. A pesar de la intercepción exitosa, los escombros de un cohete impactaron una casa en Sderot, causando daños a la estructura, aunque no se reportaron heridos.
El sistema antimisiles «Cúpula de Hierro» de Israel
El lanzamiento de cohetes desde Gaza ocurrió mientras las tropas se retiraban de Yenín, un antiguo campo de refugiados ubicado en el área de Samaria en el norte de Cisjordania, tras una operación antiterrorista.
El sistema antimisiles «Cúpula de Hierro» de Israel derribó con éxito los cinco cohetes lanzados desde Gaza. Aunque ningún grupo palestino se ha atribuido la responsabilidad, el ejército israelí confirmó el miércoles que todos los cohetes fueron interceptados. Los cohetes fueron lanzados después de una amplia operación israelí en Cisjordania. Desde el inicio de la operación en el campo de refugiados de Yenín, doce palestinos y un soldado israelí han perdido la vida.
Tensión entre Israel y Palestina
Desde hace décadas, la región de Gaza se ha convertido en el epicentro de un conflicto que ha generado una constante tensión entre Israel y Palestina. La reciente escalada de violencia ha vuelto a poner de manifiesto las profundas divisiones y los desafíos que enfrentan ambas partes en su búsqueda de una paz duradera.
La llamada «franja de Gaza» es un territorio densamente poblado y geográficamente pequeño, gobernado por el grupo islámico Hamás. Durante años, Israel ha impuesto un bloqueo estricto sobre esta región en un intento de frenar los ataques terroristas y el contrabando de armas. Sin embargo, este bloqueo ha tenido un impacto devastador en la economía y la calidad de vida de los palestinos en la zona.
En respuesta, grupos militantes palestinos han lanzado cohetes hacia Israel, provocando una escalada de violencia que ha dejado un rastro de muerte y destrucción. Israel, por su parte, ha llevado a cabo ataques aéreos y terrestres en la Franja de Gaza en un intento de neutralizar las amenazas para su seguridad.
La comunidad internacional ha condenado enérgicamente la violencia y ha instado a un alto al fuego inmediato. Sin embargo, las raíces profundas de este conflicto, que incluyen disputas territoriales y religiosas, hacen que sea extremadamente difícil encontrar una solución duradera.
Mientras tanto, la población civil en ambos lados continúa sufriendo las consecuencias de esta tensión. Los niños, en particular, son los más afectados, ya que crecen en un entorno de violencia y miedo, con escasas oportunidades de futuro.