Fue el cerebro de una estafa de 4000 millones de dólares, la creadora de una criptomoneda falsa denominada OneCoin que provocó la ruina de miles de personas.
Ruja Ignatova, la escurridiza mujer conocida como la criptorreina, parece haber desaparecido desde que su fraude salió a la luz. Ahora, un pódcast titulado The Missing Cryptoqueen («La criptorreina desaparecida») ha revelado cómo financió la compra de un apartamento de lujo en el barrio londinense de Kensington valorado en 13,5 millones de libras.
El fraude de OneCoin
Las criptomonedas están muy de moda actualmente. Tras el éxito del bitcóin y de otras monedas alternativas como Ethereum, muchos sitios web empezaron a aceptarlas como método de pago. De hecho, ahora es muy normal comprar vuelos o billetes de lotería con criptomonedas, algo que en 2014 parecía imposible.
Por entonces, el bitcóin empezaba a llamar la atención de la gente, que veía el potencial de las criptomonedas para convertirse en el «dinero del futuro». Fue tal el interés que despertó que nacieron varias criptomonedas alternativas, como Litecoin, y alguna fraudulenta, como OneCoin.
Ignatova la vendió como una alternativa al bitcóin y copió muchas de sus características, como la capacidad para minar OneCoins.
Las personas interesadas podían adquirir un paquete que incluía material de formación en operaciones bursátiles y vales que podían intercambiarse por OneCoins minados. En teoría, estos OneCoins podían intercambiarse a su vez por monedas fiduciarias, como el euro, en una plataforma de intercambio interna denominada XcoinX o bien guardarse en un monedero virtual. Sin embargo, XcoinX presentaba límites de venta diarios, por lo que los usuarios solo podían vender un número determinado de OneCoins cada día.
El mundo exterior empezó a sospechar. A finales de 2015, la comisión de supervisión financiera de Bulgaria (FSC) identificó el OneCoin como un «riesgo», y otros países, como Suecia y Finlandia, no tardaron en seguir su estela. Un importante periódico británico, The Daily Mirror, publicó que «carecía de valor» e informó que la gente estaba pagando hasta 28 000 libras por paquetes que los líderes de OneCoin afirmaban que valdrían millones.
Las autoridades legales de todo el mundo empezaron a preocuparse por el caso. Los gobiernos de Hungría, Italia, Croacia, Alemania e incluso India y Vietnam emitieron órdenes de arresto contra Ignatova y otros líderes de OneCoin.
Pero ya era demasiado tarde. La estafa había empezado a revelarse y los inversores se dieron cuenta de que habían perdido grandes cantidades de dinero (4000 millones de dólares, según un fiscal estadounidense). Sin embargo, Ruja Ignatova ya había desaparecido.
El extravagante estilo de vida de la criptorreina
En el período dorado antes de la emisión de su orden de arresto internacional, Ignatova vivía como una reina, de ahí su apodo. Cuando los investigadores accedieron a sus propiedades, encontraron obras de arte de artistas tan conocidos como Andy Warhol valoradas en más de 650 000 dólares.
Ignatova tenía también prendas de ropa de diseñadores de la talla de Jimmy Choo y Prada. Había abierto una oficina en el edificio 1 Knightsbridge en el centro de Londres e incluso albergó una lujosa fiesta de cumpleaños en el Victoria and Albert Museum.
Sin embargo, la auténtica joya de la corona es una propiedad que acaba de salir a la luz, un ático en Kensington valorado en 13,5 millones de libras. Descrito como «el ático definitivo», tenía una superficie de 2100 metros cuadrados y contaba con todos los lujos posibles, como una piscina con techo retráctil. Ignatova había comprado también un apartamento de 1,9 millones de libras para alojar a sus dos guardaespaldas.
Sin embargo, según un informe de la BBC, las propiedades apenas se usaron. Ignatova no visitó el ático ni una sola vez en 2017, año en que desapareció de la faz de la Tierra tras tomar un vuelo de Ryanair de Sofía a Atenas el 25 de octubre.
Al parecer, todas estas posesiones no eran más que un escaparate para mostrar la riqueza que la criptorreina había amasado.
¿La encontrarán algún día?
En un principio, parecía que el cerco se estaba estrechando a su alrededor, ya que, en noviembre de 2019, su hermano Konstantin se declaró culpable de varios cargos, incluidos los de blanqueo de dinero y fraude, ante un tribunal estadounidense. Firmó un acuerdo con la fiscalía por el que no sería enjuiciado por otros cargos si colaboraba en la investigación, lo cual podía incluir información importante sobre su hermana.
Por otro lado, uno de los principales abogados de la trama, Mark Scott, fue acusado de blanqueo de dinero, de fraude bancario y de sacar unos 400 millones de dólares del país. Hace poco, solicitó un nuevo juicio esgrimiendo un testimonio falso de Konstantin Ignatov.
Sin embargo, a la fecha de este artículo, la criptorreina continúa desaparecida. Los investigadores, que se las prometían muy felices con las nuevas pistas obtenidas tras estos arrestos, no saben por dónde continuar. Se dice que Ruja Ignatova habría pagado mucho dinero por cambiar su imagen y su identidad. Otras teorías más oscuras sugieren que se habría suicidado, aunque no hay ningún tipo de prueba que sostenga este hecho.
Desde Lord Lucan a Jim Morrison, la historia está llena de famosos desaparecidos que nunca llegaron a ser encontrados. La criptorreina podría ser la última en unirse a la lista.