Entre los casos más comunes de negligencias médicas están los oncológicos, que mayormente ocurren por diagnósticos erróneos o retraso en la detección de la enfermedad, lo que hace que la misma avance a estadios, a veces, irreversibles. Un abogado especialista en derecho sanitario es el apoyo ideal para hacer justicia en estos casos.
Aunque no hay cifras oficiales, es una realidad el hecho de que cada año aumentan los casos de negligencias médicas en centros de salud en España. De hecho, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha señalado que, en Europa, una persona de cada 10 es víctima de una mala praxis médica que, en algunos casos, generan consecuencias y en otros no, pero son errores finalmente.
Entre todos estos casos, están entre las más comunes las negligencias médicas en oncología, ocupando un 37% de casos. Les siguen las malas praxis en neurología, con un 19%, y cardiología, con un 15%. También son frecuentes los errores en atención ginecológica, odontológica, cirugía, oftalmología y urgencias.
En lo que se refiere a los casos oncológicos, los errores mayormente se presentan en lo que se conoce como pérdida de oportunidad, además de los fallos en la organización intrahospitalaria y sanitaria.
Errores más frecuentes en atención oncológica
En lo que respecta a las negligencias médicas en casos de cáncer, las más comunes son la infravaloración de las señales de alarma, lo cual ocasiona que haya retrasos en los diagnósticos de la enfermedad, con consecuencias, a veces irremediables, que podrían haberse evitado con una detección a tiempo.
Una detección oportuna es fundamental, porque da paso a que se formen los criterios de diagnóstico de los que derivan las directrices de actuación y los protocolos necesarios para frenar el avance y que se pueda combatir la enfermedad.
La falta de prescripción de las pruebas necesarias y el hecho de no tener preferencia en la pauta de los exámenes diagnósticos, son también errores recurrentes. Esto se podría resumir como aplicación de protocolos erróneos o la no aplicación de un protocolo establecido.
Otra negligencia que puede ocurrir en casos oncológicos, es que se dé un diagnóstico erróneo, lo que puede implicar un protocolo de actuación no acorde con el padecimiento real que se tiene y, en consecuencia, el avance de la enfermedad.
¿Qué hacer ante un caso de negligencia?
Lo más recomendable ante un posible caso de negligencia médica es contar con el apoyo de abogados derecho sanitario, quienes tienen los conocimientos necesarios para atender este tipo de causas judiciales, además de contar con la asistencia de peritos especialistas en el área.
Hay despachos de abogados que, incluso, ofrecen los servicios jurídicos en casos de negligencias, categorizados por especialidad médica. Aparte de los casos oncológicos, están los que producen en áreas de infartos, amputaciones, lesiones medulares, traumatología, Covid-19, servicios de urgencias y mucho más.
Los abogados con experiencia en malas praxis, como primer paso, se encargan de evaluar la viabilidad, es decir, si en realidad hay argumentos de peso para entablar un proceso por negligencia médica. De ser así, procederán a intentar llegar a acuerdos extrajudiciales, que siempre es la mejor alternativa para obtener una indemnización rápida, tanto para el afectado, como para la parte demandada; y más aún para las aseguradoras, que saben los riesgos que implica perder una demanda.
Para quienes atraviesan este tipo de situaciones puede resultar muy difícil dar el paso de iniciar una demanda y pensar en todo lo que ello implica. En esta fase es vital el apoyo de profesionales que simplifiquen el proceso, llevando a cabo la totalidad de gestiones judiciales y extrajudiciales a las que haya lugar.
Tener como apoyo a un especialista en derecho sanitario es clave para llegar a un acuerdo satisfactorio, que se traduzca en una buena indemnización, que aunque no cambiará la situación adversa que pueda atravesar el paciente, ayudará a sopesar los gastos médicos que la condición de salud haya generado, más aún si se trata del fallecimiento, por ejemplo, de una persona que fuera el sostén económico de la familia.