Comprar una vivienda es un enorme sacrificio financiero que nos obliga a ir con mil ojos en el momento de la firma del contrato, evitando así todo tipo de problemas legales en el proceso. Ahora bien, si en lugar de adquirir una propiedad ya construida, tomamos la decisión de edificar nuestra propia casa, el gasto se puede multiplicar de forma considerable. No obstante, han surgido nuevas tendencias que hacen mucho más asequible esta inversión, garantizando que podemos disponer de un hogar óptimo para su habitabilidad, que no ha sido ocupado previamente. Hablamos de las casas industrializadas, las cuales se han convertido en una de las mejores opciones en lo que a obra nueva respecta.
Por qué invertir en viviendas industrializadas
La construcción industrializada ha llegado para quedarse. Un sistema que ha dado un giro de 180º al sector y al que cada vez más inversores se suman. Pero, ¿en qué consisten exactamente? Bien, hablamos de viviendas que se construyen en espacios industriales, como puede ser una fábrica o una nave. Estas condiciones permiten una producción en cadena, mediante módulos que se trasladan al lugar en el que se vaya a construir. Tras ensamblarlos a pie de obra, se concluye con el resto de la construcción, siendo un 80% hecho en fábrica y un 20% en el terreno.
El éxito de estos sistemas no ha sido fruto del azar, sino que responde a las muchas ventajas que otorgan como compradores y como futuros inquilinos. En este sentido, cabe comentar que las viviendas industrializadas reducen el tiempo de obra hasta en un 75%, siendo la opción más rápida del mercado. Además, se construyen en seco, evitando los problemas de humedades retenidas o las condensaciones en el edificio. Algo que se logra gracias al uso de la tecnología más innovadora del sector, lo cual se puede ver reflejado incluso en el día a día, ya que, por lo general, se instalan los últimos dispositivos de domótica.
Pero, por si esto fuera poco, queremos hablarte sobre cómo sería tu vida rutinaria dentro de una casa industrializada. En primer lugar, encontramos un aislamiento acústico de última generación, una característica que influye de igual modo en la protección térmica. Asimismo, la ventilación de este tipo de propiedades no tiene comparación alguna, llegando a renovar el aire de 3 a 4 veces por hora. De este modo, tendrás un ambiente mucho más saludable, ya que también filtran aquellas partículas que puedan llegar a ser perjudiciales para la salud.
Qué define a una buena empresa de construcción en dicho sector
Ahora que ya conoces esta nueva alternativa para adquirir una casa de obra nueva, es importante que aprendas a identificar a las mejores compañías del sector. En este aspecto, lo mejor que puedes hacer es echar un ojo a las metodologías de trabajo para la construcción de una vivienda industrializada, quedándote solo con aquellas compañías que hayan demostrado que la eficiencia es su carta de presentación.
Las mejores constructoras empiezan con un anteproyecto, valorando las necesidades del cliente en favor de adecuar la casa a lo que esté buscando. Con esta información, se ponen en marcha para iniciar el diseño del proyecto, empleando los programas de arquitectura más avanzados. Tras obtener las licencias de obra, comienzan con la cimentación de la parcela y los procesos industriales en la fábrica. Todo concluye con su posicionamiento en el terreno final, los remates de obra y, por supuesto, la entrega de las llaves.
Ahora bien, más allá de los métodos de trabajo de estas empresas, es importante comprobar si apuestan por valores adicionales, que te harán disfrutar de una experiencia gratificante. Por ejemplo, la construcción industrializada en altura, cuando está en buenas manos, es económica y segura en el aspecto financiero, ya que se puede adelantar la compra de los materiales para evitar sobrecostes. También debe responder a la normativa vigente, lo cual puede ayudar a prevenir todo tipo de crisis administrativas.
Para finalizar, queremos hablarte de la sostenibilidad. Estamos ante un sistema de construcción que busca proteger al medio ambiente y minimizar el impacto del sector de la vivienda sobre el ecosistema. Por eso, las empresas de viviendas industrializadas deben mantener este compromiso y adecuar sus prácticas a las nuevas políticas de sostenibilidad.