Desde hace muchísimos años, los casinos y casas de apuestas se convirtieron en el sitio perfecto para entretenerse, olvidar el estrés y disfrutar de distintos juegos en variadas temáticas.
En la actualidad forman parte de la infraestructura urbana de las grandes ciudades turísticas. Las Vegas, Montecarlo o Atlantic City, son sólo algunos ejemplos de estas urbes.
Luego de crecer desmesuradamente e incluso crear ciudades exclusivamente destinadas a este tipo de entretenimiento, los casinos y las casas de apuestas, han ido migrando cada vez más al mundo online, donde los juegos son virtuales, pero pueden dar ganancias reales.
El boom de los casinos en línea
Desde hace varios años, los casinos y casas de apuestas virtuales han estado en auge, ya que ofrecen a los jugadores la cómoda posibilidad de jugar online, desde su casa o desde cualquier lugar, con la ventaja de contar con el dinero seguro en una de estas plataformas, por lo que jugar en un casino se ha convertido en un boom.
El primer casino online
Hacia fines del siglo pasado, en el año 1994, se abrió el primer casino online en Internet y desde ese momento el éxito constante de las nuevas tecnologías, los ha hecho proliferar a lo largo y ancho del ciberespacio.
Actualmente compiten en buena lid con los casinos físicos y presenciales, que han visto disminuir su público cautivo, por afiebrados jugadores que han optado por el mundo virtual de los casinos online.
Los bonos de bienvenida y las bonificaciones
Uno de los grandes atractivos que estimulan a los apasionados de los casinos y las apuestas, son los bonos que dan al empezar a jugar y otras bonificaciones, que son consideradas una ventaja, ya que son gratuitas y las ofrecen para ganar la atención de los usuarios y a los que ya están afiliados a alguno de estos casinos, asegurar su fidelidad.
Una estrategia que atrae jugadores a estos casinos
Los casinos online ofrecen estos bonos de bienvenida, para que el cliente sienta que gana desde el principio, e incluso antes de empezar y esto crea la sensación de victoria y contagia entusiasmo, de modo que estimula a quedarse y apostar en las diferentes opciones online, como el poker, la ruleta o las tragaperras.
¿Por qué gustan tanto los casinos online?
Los apostadores que juegan, pueden estar en línea desde que comienza el día y se levantan, solo al momento de irse a la cama en la noche. Esto permite a los operadores o croupiers, proporcionar a los jugadores una experiencia interactiva que llena sus expectativas, toda esta emoción y suspenso, sin tener que abandonar en ningún momento la comodidad y confort de sus hogares.
No se necesita instalar software alguno
No es requisito descargar determinado software para poder jugar en estos casinos, ya que todos los juegos online, del estilo que sean, se encuentran disponibles en el modo instantáneo, sin necesidad de descargar ningún programa ejecutable al ordenador. Por lo que el proceso para jugar se minimiza y se realiza rápido, sin ningún tipo de inconvenientes.
Depositar o retirar dinero es muy fácil
El proceso de gestionar dinero en efectivo en los casinos tradicionales, es un tanto engorroso, al tener que cambiar dinero, sobre todo si se trata de cantidades muy altas a jugar. Por ejemplo: para jugar en la mesa de ruleta, es necesario cambiarlo por fichas y volver al juego, luego repetir el proceso inverso para obtener el efectivo.
A diferencia de depositar y retirar dinero en línea, que es muy fácil si el casino es virtual.
Mayor control sobre el dinero
Jugar de esta forma online es posible al lograr un mayor control del dinero, esto debido a que como las cantidades a apostar en cada juego son más pequeñas, con muy poco dinero, se puede jugar mucho más.
La cuenta del usuario en estos casinos es la misma para todas las apuestas que quiera hacer en cualquier juego de mesa, como la ruleta o el Blackjack, el vídeo póker, las tragaperras online.
De esta manera, el dinero del jugador se mueve con él, de una sección a cualquier otra donde quiera jugar. Lo ganado en póker puede usarlo para apostar en tragaperras o cualquier otro juego. De esta manera, el apostador puede imponerse límites diarios, semanales o mensuales, para controlar su forma de jugar y darle a su dinero el uso que considere más redituable.