La Fundación Española del Corazón (FEC) se encuentra en apoyo al estudio de los “Cigarrillos electrónicos: una nueva amenaza para la salud cardiovascular”, desarrollado por la World Heart Federation (WHF), informe que pide a los gobiernos nacionales una regulación más estricta y un control de las estrategias de marketing y comercializaciones de estos dispositivos, en su primer intento decidido dar freno a esta forma de consumo de tabaco, principalmente entre la población joven, pero su popularidad lo hizo más grande.
¿Qué son los cigarrillos electrónicos?
Los cigarrillos electrónicos son dispositivos o cigarrillos que funcionan con baterías. Su aspecto es similar a un cigarrillo, pero funciona de manera diferente. El uso de este tipo de cigarrillo electrónico se llama como «vapear». El consumidor inhala desde el orificio del dispositivo. Esto produce que el vaporizador caliente el líquido colocado dentro del cartucho. El líquido tiene aromas, nicotina, y otros químicos, lo que se convierte en el vapor que se aspira.
Muchos usuarios piensan que estos tipos de cigarrillo son más seguros que los cigarrillos habituales y que pueden ser usados para que la gente deje de fumar. Pero no tienen mucho conocimiento sobre los peligros para la salud, o si en realidad ayudan a dejar de fumar.
Riesgos para la salud de los cigarrillos electrónicos
La nicotina es muy adictiva, más que los cigarrillos comunes.
Tienen otros productos químicos potencialmente dañinos y tóxicos a altas dosis.
Suele ser consumido por la población más joven.
El líquido puede ocasionar envenenamiento por altas dosis de nicotina si alguien lo huele, toca o bebe directamente.
Aumenta la presión arterial.
Los cigarrillos electrónicos se han convertido en una amenaza para el corazón
Como expresa la Doctora Regina Dalmau, miembro del Grupo de Expertos en Tabaco de la WHF y portavoz de la FEC, “los aerosoles y líquidos de los cigarrillos electrónicos tienen productos tóxicos y existe evidencia progresiva de que pueden producir daño cardiovascular”. De hecho, la WHF certifica en su informe que los usuarios de cigarrillos electrónicos tienen hasta más del doble de probabilidades de tener un ataque cardiaco “infarto” que los no fumadores. Igualmente se sabe que el vapeo acelera el ritmo cardiaco y aumenta la presión arterial causando progresivamente latidos cardiacos irregulares, daños vasculares y un posible aumento de coágulos sanguíneos.
De este modo, la Dra. Dalmau insiste que “no deberían comercializarse como un cigarrillo de daños reducidos o productos seguros para la salud”. Además estos aparatos se divulgan como una opción para dejar de fumar, sin embargo diferentes investigaciones han mostrado que no es así, sino empeora su condición física y la adicción a la nicotina aumenta.