Las mercancías que se importan y exportan pasan por diversas etapas antes de llegar a sus correspondientes destinos, entre las que destaca la gestión del almacenaje fiscal, que es el tiempo en que se guarda en depósitos especiales hasta que se legalice su correspondiente traslado.
Las empresas que trabajan en el negocio de la importación y exportación deben cumplir una serie de regulaciones para legalizar las mercancías con las que trabajan.
Son diversas gestiones que se deben cumplir para hacer todo según las normas establecidas, entre las que resalta el almacenaje de depósito fiscal, que consiste en el resguardo de las cargas trasladadas en un lugar especial hasta que se cumplan totalmente los correspondientes requisitos legales.
¿Qué son?
Los depósitos fiscales son lugares donde se almacenan temporalmente mercancías que se trasladan bien sea fuera del país o que estén llegando del exterior para comercializar internamente. Son cargas que están sujetas a impuestos, pero la carga fiscal no se activa hasta que se completen los trámites y puedan retirarse del depósito.
Representan muchas ventajas, toda vez que los propietarios pueden retirar las mercancías parcialmente, según sus necesidades y contar con un stock a la orden para agilizar sus ventas. La mercancía también se puede depositar a nombre de otra empresa en el extranjero y facturar a la compañía importadora final ya en el país.
Tipos de depósitos fiscales
Se pueden clasificar de distintas maneras, de acuerdo con ciertos parámetros.
Según su naturaleza, los depósitos fiscales pueden ser:
- Depósitos aduaneros: son aquellos donde se almacenan mercancías de importación o exportación, sujetas al pago de derechos aduaneros y otros tributos.
- Depósitos de impuestos internos: en ellos se almacenan mercancías sujetas al pago de impuestos internos, como son el impuesto al valor agregado (IVA), impuesto sobre alcohol y especies alcohólicas o el impuesto sobre cigarrillos y manufacturas del tabaco.
Según su titularidad, se clasifican en:
- Depósitos públicos: pertenecen al Estado o a entidades públicas y están disponibles para los contribuyentes que necesiten almacenar sus mercancías.
- Depósitos privados: son de personas naturales o jurídicas privadas, destinados al almacenamiento de sus propias mercancías o de las de terceros. Deben ser autorizados por el Estado o por entidades públicas para poder funcionar como depósitos fiscales.
Según su régimen jurídico, pueden catalogarse como:
- Depósitos habilitados: cuentan con la autorización de las instancias competentes para utilizarse como depósitos fiscales, previo cumplimiento de los correspondientes requisitos legales.
- Depósitos autorizados: operan como depósitos fiscales sin tener la autorización expresa del órgano competente, pero están amparados por una norma legal que les faculta tal función.
Regulaciones fiscales de los depósitos fiscales
Los depósitos de almacenaje fiscal están sujetos diversas regulaciones fiscales entre las que resaltan las siguientes:
- Suspensión del pago de los impuestos a las mercancías almacenadas en los depósitos fiscales, hasta que se retiren o consuman.
- Los plazos máximos para guardar las mercancías varían según el tipo de producto y de depósito y de las normativas aplicables. Al excederse del plazo máximo legalmente establecido, se pierde el beneficio de la suspensión y se tienen que pagar además de los impuestos correspondientes, posibles sanciones e intereses.
- Total control y fiscalización de parte de las instancias competentes en las gestiones efectuadas en los depósitos fiscales y en el cumplimiento de las obligaciones tributarias.
Objetivos principales de utilizar un depósito fiscal
Las principales razones de utilizar un depósito fiscal son:
- Almacenamiento seguro de las mercancías, que quedan protegidas de posibles daños, robos o pérdidas.
- Gestión eficiente de inventarios, optimizando espacio, tiempo y recursos disponibles.
- Reducción de costes operativos y financieros, el diferir el pago de impuestos hasta el retiro o consumo de las mercancías almacenadas.
- Optimización de la cadena de suministro, al agilizar los procesos comerciales, aduaneros y logísticos, y al mejorar la atención al cliente y la satisfacción del consumidor.
Sin duda que los depósitos fiscales son una herramienta bastante útil para los contribuyentes que realizan operaciones con mercancías sujetas a impuestos, quienes pueden almacenarlas temporalmente sin pagarlos, hasta que las retiran. Utilízalos y compruébalo por ti mismo.