Desde hace mucho tiempo, se sabe que los masajes para bebés son una maravillosa forma de conectar con nuestros pequeños, aliviar las molestias que puedan sentir, y crear un vínculo emocional positivo desde los primeros días de vida. Además, la investigación ha demostrado que los masajes infantiles pueden ofrecer múltiples beneficios para la salud de nuestros recién nacidos.
En primer lugar, los masajes pueden ayudar a relajar a nuestro bebé y mejorar su calidad de sueño. En segundo lugar, se ha demostrado que los masajes pueden ayudar a reducir la ansiedad, el estrés y la depresión en bebés prematuros y en aquellos que nacen con problemas de salud. Por último, los masajes pueden ayudar a mejorar la digestión, promover el aumento de peso y mejorar el sistema inmunológico.
¿Cómo realizar masajes infantiles en un recién nacido?
Es importante recordar que la piel de un recién nacido es muy delicada y sensible, por lo que es crucial tener precaución al realizar masajes en su pequeño cuerpo. Es recomendable elegir un momento del día en el que tanto el bebé como los padres estén relajados y cómodos.
Para comenzar, se puede poner al bebé sobre una toalla suave y confortable en un lugar tranquilo de la casa. Es importante tener a mano un aceite o loción humectante, preferiblemente específicamente diseñados para los recién nacidos.
Para realizar el masaje, comienza con movimientos suaves y lentos en las extremidades, masajear desde los pies hasta las piernas, pasando por los brazos y las manos. Recuerde frotar suavemente el estómago, en el sentido de las agujas del reloj, ya que puede ayudar a mejorar la digestión del bebé.
¿Cuándo no es recomendable realizar un masaje en un recién nacido?
Aunque los masajes infantiles son una forma segura y eficaz de cuidar a nuestros bebés, en algunos casos es mejor evitarlos. Si nuestro bebé tiene algún problema de salud, como una infección de la piel, fiebre, un año saltado, u otros problemas de salud graves, es recomendable posponer los masajes hasta que se resuelvan las condiciones médicas subyacentes.
Con esto en mente, es importante recordar que la seguridad y el bienestar de nuestro bebé siempre deben ser prioritarios, y que cualquier signo de molestia o incomodidad durante el masaje deben ser observados y respetados.