¿Qué son los aceites esenciales?
Los aceites esenciales son compuestos extraídos de plantas que le otorgan al aceite beneficios y características muy concretas.
Los aceites esenciales se obtienen por destilación (por vapor y / o agua) o por métodos mecánicos como el prensado en frío.
La forma en que se hacen los aceites es importante, ya que los aceites esenciales obtenidos a través de procesos químicos no se consideran verdaderos aceites esenciales.
También es importante tener en cuenta que no todas las plantas de la misma variedad ofrecen los mismos beneficios. La tierra en la que se cosechan, el clima… pueden alterar los compuestos químicos naturales de la planta y una misma familia puede tener diferentes resultados debido a ello.
Para poder distinguir las diferentes propiedades que ofrecen los aceites se realiza un análisis de su composición llamado quimiotipo donde destacan la molécula más abundante.
¿Cómo funcionan los aceites esenciales?
Los aceites esenciales se usan más comúnmente en la aromaterapia, en la que se inhalan o son absorbidos por la piel a través de varios métodos.
Es importante destacar que la mayoría de los aceites esenciales no están destinados a ser ingeridos, por ello, es imprescindible la consulta con un médico antes de consumirlos oralmente.
Los químicos en los aceites esenciales pueden interactuar con el cuerpo de varias maneras:
Cuando se aplica sobre la piel, se absorben algunos compuestos químicos que se encuentran naturalmente en las plantas.
Se cree que ciertos métodos de aplicación pueden mejorar la absorción, como la aplicación con calor o en diferentes áreas del cuerpo.
La inhalación de los aceites esenciales, también puede estimular áreas del sistema límbico, que es la parte del cerebro que desempeña un papel importante en las emociones, los comportamientos, el sentido del olfato y la memoria a largo plazo.
Curiosamente, el sistema límbico está muy involucrado en la formación de recuerdos. Esto puede explicar en parte por qué los olores familiares pueden desencadenar recuerdos o emociones.
El sistema límbico también juega un papel en el control de varias funciones fisiológicas inconscientes como la respiración, la frecuencia cardíaca y la presión arterial. Como tal, en la actualidad contamos con algunos estudios que afirman que los aceites esenciales pueden ejercer un efecto físico en el cuerpo.
Beneficios para la salud de los aceites esenciales
A pesar de su uso generalizado, se sabe poco sobre la capacidad de los aceites esenciales para tratar ciertas afecciones de salud.
A continuación, se destacan algunas evidencias respecto a los problemas de salud más comunes donde se han utilizado tanto los aceites esenciales como la aromaterapia para tratarlos:
Estrés y ansiedad
Se ha estimado que el 43% de las personas que tienen estrés y ansiedad usan alguna forma de terapia alternativa para ayudar a aliviar sus síntomas.
En cuanto a la aromaterapia, los estudios iniciales han sido bastante positivos. Muchos han demostrado que el olor de algunos aceites esenciales puede funcionar junto con la terapia tradicional para tratar la ansiedad y el estrés.
Sin embargo, debido a los olores de los compuestos, es difícil realizar estudios cegados y descartar sesgos. Por lo tanto, muchas revisiones sobre los efectos de los aceites esenciales para aliviar el estrés y la ansiedad no han sido concluyentes.
Curiosamente, el uso de aceites esenciales durante un masaje puede ayudar a aliviar el estrés, aunque los efectos solo pueden durar mientras se realiza el masaje.
Sueño e insomnio
Se ha demostrado que el aceite esencial de lavanda mejora la calidad del sueño de las mujeres después del parto, así como de las pacientes con enfermedades cardíacas.
Una revisión examinó 15 estudios sobre aceites esenciales y sueño. La mayoría de los estudios mostraron que oler los aceites, principalmente aceite de lavanda, tuvo efectos positivos en los hábitos de sueño.
Los aceites esenciales generalmente se consideran seguros para inhalar o aplicar sobre la piel si se han combinado con un aceite base.
A pesar de todo ello, faltan evidencias que respalden muchos de sus reclamos de salud asociados.
Para problemas de salud menores, el uso de aceites esenciales como terapia complementaria es probablemente inofensivo.
Sin embargo, si se tiene una afección de salud grave o se está tomando medicamentos, se debe realizar la consulta con un profesional de salud.