¿Tuviste prismáticos cuando eras niño? Encontrar el obsequio perfecto para los más pequeños es algo que nos tomamos muy en serio. El objetivo al elegir dicho presente suele dividirse entre algo que realmente les encante, pero que al mismo tiempo presente una oportunidad para incluir aprendizaje.
A los más pequeños les encanta explorar, aprender y descubrir. Si logras hacer que estos tres elementos se unan encontrarás la mejor opción para regalar a tus pequeños. ¿Se te ocurre algo en particular?
¡Por supuesto que sí! Los prismáticos para niños tienen precisamente todas estas características, por lo que son justamente lo que estás buscando. ¿Quieres saber más?
Observar la naturaleza es una aventura
Una de las cosas que fascinan a los niños es la naturaleza. Tanto los insectos como los animales tienen un atractivo especial para los pequeños, generando curiosidad y encanto. Unos prismáticos son los compañeros ideales para ir a recorrer el parque o el zoológico en busca de especímenes para observar.
Incluye en esta actividad el reconocimiento de algunas plantas y flores y sus diferencias. Enséñales a observar las hojas, las raíces y los pétalos. Pronto te sorprenderá el interés que ha despertado por la botánica y lo mucho que ha aprendido en sus excursiones.
La observación de aves
Los “coleccionistas de aves” suelen comenzar con este pasatiempo en una edad temprana, y el obsequio perfecto para que inicien en su colección son un par de prismáticos y un libro de aves.
Salir a los parques locales, paradas de autobús y otras localidades en compañía de su equipo lo mantendrá entretenido por horas. Y mientras tanto, su inteligencia se estimulará al aprender todos los nombres y características de las aves que va agregando a su colección.
Cuando viaje, querrá llevar sus prismáticos a todo lugar a fin de poder conocer nuevas aves y marcarlas en su libro, descubriendo que hay una gran cantidad de variedades. Con esto, la memoria se fortalece, lo que da otro punto a favor de este obsequio.
Aprender de geografía y urbanismo
Además de insectos, plantas, animales y aves, los niños pueden utilizar sus prismáticos para conocer el mundo. Este artefacto despierta en los niños una de las mejores características del aprendizaje, la observación.
Si invitas a los niños a usar sus prismáticos para observar la ciudad y luego dibujarla a detalle, esto los hará poner más atención a lo que hay ante sus ojos. Luego, llévales a conocer otros paisajes y que los pinten también.
Llevar un diario de los lugares que han conocido a través de sus prismáticos les hará comprender más sobre la cultura, la geografía y el urbanismo. Por si fuera poco, los conecta con su realidad, ya que al observar su entorno con atención también encontrarán personas conviviendo, y esto los llevará a disfrutar más el presente.
Si te incluyes en la aventura con tus propios prismáticos, crearás una de las mejores actividades para disfrutar en familia.
Los prismáticos son para cualquier edad y género
Tanto a las niñas como a los niños les gustan los prismáticos. Y no existe una edad límite para regalarlos. Es decir, que cualquier edad es buena para vivir una aventura inolvidable.
Los prismáticos para niños cuentan con una serie de características que puedes tomar en cuenta al momento de elegir los más adecuados de acuerdo a la edad y personalidad del pequeño a quien quieres obsequiarle.
Algunos ofrecen más resistencia, otros son ligeros y compactos y la gran mayoría se pueden llevar a cualquier lugar sin problema. Lo mejor de todo es que hay modelos sencillos que no requieren muchos ajustes para lograr un buen enfoque, por lo que son ideales para que sean los primeros prismáticos del pequeño explorador.
Con el paso del tiempo y a medida que tomen más experiencia, puedes enseñarles a usar diseños más exigentes que les ofrezcan un mayor alcance. Quedarán encantados al descubrir que pueden observar el horizonte como un verdadero pirata de cuentos.