¿Habéis oído alguna vez que es preferible descansar bien, que dormir mucho? La filosofía de que hay que dormir al menos 7 u 8 horas para rendir el día siguiente está muy extendida y no le falta razón. Sin embargo, en un aspecto que no reparamos es en la necesidad de descansar mientras estamos durmiendo. Hacer deporte, practicar yoga periódicamente o cenar ligero, son algunas acciones que ayudarán a conseguir un descanso de calidad, pero no son las únicas. El colchón se convierte en el elemento indispensable para conseguir un descanso reparador, si sabemos cómo escogerlo y qué características debe tener. Cada persona es distinta y en el mercado encontramos por ejemplo colchones para personas con sobrepeso, con características concretas. ¿Cómo escoger un buen colchón? En este artículo explicamos todos los detalles.
Es importante que el colchón no sea ni muy duro ni excesivamente blando
Como indicamos anteriormente, el colchón es primordial si queremos que el descanso y el relax estén garantizados. En el momento de adquirirlo, existen distintas dudas sobre cómo debe ser. Por ejemplo, las características de un buen colchón, si existen distintos colchones dependiendo de la edad y del peso de las personas, cuáles son los que mejor se adaptan a nuestras necesidades, etc.
Estudios relacionados con el sueño saludable, han destacado que en nuestro país, cambiamos el colchón una media de una vez cada 12 años y medio. A pesar de ello, lo recomendable sería hacer lo propio cada 10 años. Asimismo, también es fundamental que le demos la vuelta periódicamente.
Dormir en un colchón que sea de calidad, es crucial para conseguir una buena salud. Si dormimos bien asegurándonos un buen descanso, ayudaremos a nuestro sistema inmunitario, al sistema nervioso, mejoraremos la circulación sanguínea y ayudaremos a nuestro corazón y cerebro. Asimismo, tendremos con una piel más luminosa. Como podemos ver, son todo ventajas.
Dormir sin despertarnos a media noche es indispensable si queremos que el descanso sea óptimo. A menudo, la presión del colchón es la causante de que nos despertemos al tener que cambiar de postura, pero esto se soluciona adquiriendo colchones viscoelásticos, ya que no ejercen ningún tipo de presión.
¿Cuáles son las características que debe tener el colchón perfecto?
Hay que tener en cuenta que al menos un tercio de nuestra vida la pasamos durmiendo. Por tanto, es importante invertir en un buen descanso siguiendo las características que debe tener un colchón perfecto. En primer lugar, no debe ser ni muy duro ni tampoco muy blando. Lo mejor es que sea firme, para que así exista la posibilidad de sostener todo el cuerpo de manera adecuada, pero sin ser incómodo. También es relevante que sea homogéneo, que no tenga hundimientos y que sea adaptable al cuerpo, respetando siempre la curvatura natural que tiene la columna.
Por otro lado, también hay que saber que existen diferentes tipos de colchones. En primer lugar, están los de espuma, confeccionados especialmente con poliuretano. En este caso, se pueden adaptar a cualquier cuerpo y su precio es más reducido. Por contra, no regulan la temperatura, por lo que no son la mejor opción.
Por otra parte, hallamos los colchones de muelles, que transpiran mejor y no tienen problemas relacionados con la humedad. Quienes padezcan de sudoración excesiva, encontrarán en ellos el mejor aliado para un óptimo descanso. Dentro de los colchones de muelles encontramos los independientes, los continuos y los embolsados.
Los colchones de látex son aquellos que se adaptan a la perfección al cuerpo humano, mucho mejor que los de muelles. Ofrecen una firmeza óptima, aíslan el calor y son realmente flexibles. Respecto a los de látex, encontramos sintéticos, de mezcla o de látex natural.
Los colchones ortopédicos también merecen ser mencionados en la tipología. Son perfectos para las personas que por ciertas patologías deben pasar mucho tiempo en la cama.
Esta es la guía imprescindible para saber qué colchón es idóneo
Para escoger un colchón que se ajuste a nuestras necesidades, es importante tener en cuenta diferentes aspectos. En primer lugar, analizar si dormimos solos o en compañía, especialmente por el movimiento. La altura y el peso también son decisivos. En este caso, los pies jamás deberán sobresalir de la cama y quienes tengan sobrepeso, tendrán que elegir colchones firmes. Quienes sean más delgados, usarán de mayor flexibilidad para repartir el peso.
También es fundamental saber si al comprar un buen colchón será para uso diario, segundas residencias o para días alternos. En el primer caso, habrá que adquirir el que mayor calidad tenga. También hay que conocer la forma en que dormimos, puesto que si dormimos en la postura soldado, será mejor que el colchón sea duro. Si lo hacemos en posición fetal, lo ideal es que el colchón tenga menos firmeza.
Por último, el clima también es un aspecto a tener en cuenta. Así, si vivimos en un lugar cálido, lo mejor es que escojamos un colchón de muelles y los de látex o viscoelásticos para zonas más frías. Ahora que conocemos cómo escoger el colchón perfecto, es el momento de hacerlo para asegurarnos un buen descanso y una óptima salud.