Nosotros, en el mundo de hoy, vivimos en un ambiente de trabajo frenético y estresante. Constantemente estamos en contacto con dispositivos electrónicos, respondiendo a correos electrónicos y haciendo llamadas telefónicas. Todo esto puede resultar en fatiga ocular, dolor de cuello y espalda, así como problemas de postura. Una manera importante de prevenir estos problemas y mejorar nuestra salud en el trabajo es a través de la práctica de las pausas activas.
¿Qué son las pausas activas?
Las pausas activas son cortas pausas durante el día en las que se realizan ejercicios físicos suaves para iniciar la circulación de sangre y liberar la tensión muscular acumulada. Estas pausas pueden variar de duración, dependiendo de la cantidad de tiempo que hayamos estado sentados o trabajando en la misma posición.
¿Por qué son importantes las pausas activas?
Las pausas activas son importantes porque pueden mejorar nuestra circulación sanguínea, aumentar nuestra energía y mejorar nuestra postura. Unas pocas pausas activas durante el día también pueden ayudar a reducir el estrés y la fatiga ocular, lo que ayuda a prevenir dolores de cabeza y lesiones causadas por la tensión.
Cómo realizar pausas activas
Hay muchas maneras de realizar pausas activas durante el día. Una manera fácil es simplemente levantarse y caminar alrededor de la oficina, tomando un poco de aire fresco y estirando las piernas. Otra forma es hacer estiramientos de brazos y piernas. Realizar respiraciones profundas es también una gran manera de aumentar la oxigenación del cuerpo. Asegúrate de que tus pausas activas sean suaves y no ejercicios extenuantes que puedan causar lesiones.
Ejemplos de pausas activas
A continuación se presentan algunos ejemplos de pausas activas simples que se pueden hacer en el trabajo:
1. Estiramientos de cuello – Siéntate en tu silla y coloca tu mano derecha detrás de la cabeza. Inclina suavemente la cabeza hacia la derecha y siente el estiramiento en el lado izquierdo. Mantén la posición durante unos segundos y luego cambia de lado.
2. Saltos de pie – Siéntate en tu silla y pon los pies juntos. Párate y salta tus pies hacia adelante. Repite este ejercicio varias veces.
3. Estiramientos de brazos – Siéntate en tu silla y levanta los brazos por encima de la cabeza. Inclínate hacia un lado para estirar el lado opuesto del cuerpo y sostén durante unos segundos. Repite en el otro lado.
4. Estiramientos de piernas – Siéntate en tu silla y levanta una pierna hacia el pecho. Sostén durante unos segundos y luego cambia de pierna.
Consideraciones finales
Las pausas activas son una forma simple y efectiva de mejorar la circulación sanguínea, la postura y reducir la fatiga ocular y el estrés. Asegúrate de hacer pausas activas durante todo el día, especialmente si estás sentado durante largos períodos de tiempo. Estas pausas también son una excelente manera de evitar lesiones causadas por la tensión en tu cuerpo. Prueba estos ejercicios durante tu próxima pausa para sentirte renovado y energizado para el resto del día.