Proteger el ambiente en donde vivimos y mantener ecosistemas forestales lo más saludables posible, nos hace mejor persona. Promueve el uso de quemas prescritas para poder restaurar bosques, conservar el agua limpia y reducir el peligro de incendios forestales.
El fuego es fundamental para mantener los bosques saludables. La quema prescribir, igualmente llamada quema controlada, es la práctica de iniciar intencionadamente y manejar incendios con mucho cuidado bajo condiciones estrictas ratificadas y supervisadas por profesionales de extinción de incendios.
Una costumbre centenaria, actualmente la práctica resurgente se usa para proteger y refrescar los bosques mediante la exclusión de la acumulación de vegetación densa en el sotobosque de un boscaje que alimenta grandes incendios forestales. Este conocimiento igualmente permite que las plantas y la vida silvestre autóctonas progresen, restaurando un ecosistema más natural y más diverso.
Las campañas de servicio público condicionaron a muchos norteamericanos a pensar que todo fuego es malo. Ese conocimiento condujo a años de eliminación que acumularon cantidades peligrosas de cascotes en los suelos de los bosques, lo que ayudó a sustentar incendios forestales desastrosos desde Florida hasta el noroeste del Pacífico, que carbonizaron millones de acres en los E.E. U.U cada año.
Remisión del riesgo de incendios forestales en el oeste
En Nuevo México y parte del Colorado, fundaciones trabajan con organizaciones sin fines de lucro que ayudan a las comunidades a atenuar el riesgo de incendios forestales mediante de las mejores prácticas para la salud de las florestas y las cuencas hidrográficas, incluyendo la quema prescrita. Esta es una iniciativa pública y privada que protege los bosques y el agua e impulsa las economías locales por medio de la creación de empleos y madera para productos. El proyecto igualmente está generando una fuente razonable de financiamiento para un programa de hasta veinte años para restituir 600,000 acres de bosque al norte de Albuquerque, mediante quemas controladas.
Igualmente trabajamos para fomentar el trabajo remunerado para jóvenes y adultos locales mediante proyectos basados en la conservación que contienen el manejo de incendios. Esto ayuda a ofrecer capacitación en el trabajo en habilidades de quema en beneficio de los bosques locales y recursos hídricos río abajo.
Actualmente, gracias a la quema prescrita y otros atrevimientos de conservación, los bosques de pinos de hoja larga se han regenerado a 4,7 millones de acres en Estados Unidos, y la superficie sigue creciendo.
Para impedir la pérdida de especies nativas, sustentar la salud de los bosques y resguardar a las comunidades circundantes de los daños producidos por los incendios forestales, debemos luchar fuego contra fuego.