¿Cómo y dónde es posible comprar un coche de segunda mano u ocasión?
Actualmente existen numerosas plataformas, e incluso, las mismas redes sociales nos permiten publicar un artículo para su venta o su compra y aunque las empresas mediadoras son de confianza no siempre pasa lo mismo con los productos que se adquieren. Si se siente un chasco al recibir una caja vacía en lugar de ese anhelado reloj imagina lo que se siente al adquirir coches de segunda mano que parecen un deportivo y tras andar unos pocos kilómetros se convierte en poco más que chatarra, algo que no es un panorama para nada alentador, pero hay solución para ello.
Las dos formas principales de comprar un coche de segunda mano son, a través de un particular, que es una persona que pone a la venta su coche, lo publica en alguna plataforma virtual o a través del método boca a oreja, y cierra el trato con el interesado en adquirirlo; la misma persona que vende el vehículo se encarga de mantener la documentación en regla del mismo con el pago de impuestos. Atención a esto porque es muy importante, redactar el contrato de compraventa, ya que es aquí donde pueden surgir inconvenientes por beneficiar a la parte vendedora sobre el comprador y cambio de titularidad, entre otros detalles que estipula la ley.
La segunda manera de comprar un coche de segunda mano es mediante un concesionario de ocasión, donde la persona vende su vehículo a un concesionario que ofrece un valor tras su tasación, y se gestiona el papeleo, esta vez a cargo del concesionario que adquiera la titularidad del vehículo; éste se pone en venta en los salones de exhibición, se detallan los pormenores del vehículo y sólo queda la venta del mismo. Una vez que ésta se realiza, el concesionario entrega todo en regla y se cierra el trato.
¿Por qué comprar un coche de ocasión?
Ahora bien, ya sabemos dónde y cómo, pero no conocemos las verdaderas ventajas de uno sobre el otro. Adquirir un coche de una persona particular puede ser una lotería, o nos topamos con alguien sumamente honesto que nos mencione todos los pormenores del vehículo, como puede darse todo lo contrario. Sin embargo, la mayor desventaja y que aplica en ambos casos mencionados en la venta particular, es el tema de la garantía.
Actualmente, la demanda de concesionarios de coches de ocasión en España ha aumentado por dos razones principales, su economía y la referida garantía. La ley de garantías sobre un producto estipula que se debe ofrecer para un coche de segunda mano una garantía de mínimo 12 meses en el caso de vendedores autorizados y profesionales; mientras que en el caso de un vendedor particular, la ley le permite ofrecer una garantía de 6 meses a partir del día de la compra. Pero además de esto, la ley no estipula que sea obligatorio el nombramiento de dicha garantía o una cláusula en el contrato de compraventa, por lo que para hacerla efectiva se debe interponer una demanda que supone gastos y tiempos de resolución tardíos, ya que se debe evaluar la veracidad de la exigencia del daño.
Tipos de garantías de un concesionario de ocasión
Si bien es cierto que el concesionario puede ser una opción más confiable, no hay que dejar de lado la importancia de saber escoger muy bien a qué sitio acudir y lo primero es que antes de firmar cualquier documento se deben revisar las condiciones del contrato de compraventa y sobre todo de la garantía, pues puede pasar que en la letra pequeña hayan puntos como el límite de kilometraje, uso de piezas de intercambio o averías disfrazadas que no figuren en el momento de la compra. Lo segundo es consultar si la garantía, aunque ofrecida por el concesionario, se da a través de la subcontratación de una aseguradora en el momento de algún fallo del vehículo, y por tanto, son quienes deciden si el fallo aplica o no a la garantía, a través de un perito, cosa que suele tardar un tiempo considerable.
Una mejor opción son aquellos concesionarios que cuentan con una garantía propia, pues dentro de sus instalaciones cuentan con talleres y su propio equipo de mecánicos que se encargan de evaluar los daños y es directamente el concesionario quien se encarga de la gestión, e incluso, algunos cuentan con una red de talleres vinculados en caso de que las incidencias mecánicas ocurran fuera del lugar donde se adquirió el vehículo.