Los coches eléctricos se han posicionado como una de las mejores soluciones de transporte limpio, especialmente cuando los comparamos con los coches de gasolina o diésel. Si bien, los coches eléctricos no son cien por cien limpios, sí es un hecho que emiten muchas menos emisiones tóxicas al final de sus vidas. En general, se estima que los coches eléctricos contaminan un 30% menos, aunque gracias a los avances de las nuevas tecnologías, se espera que ese porcentaje aumente mucho más en los próximos años.
Por supuesto, la transición hacia este tipo de energía no ha sido tan sencilla o tan rápida como podría esperarse; sin embargo, cada vez son más los clientes interesados en la misma y también el desarrollo de empresas e industrias que, de forma directa o indirecta, colaboran con la misma. Y un buen ejemplo de ello es Cargacar, especialistas en la venta de cargadores para coches eléctricos que, adicionalmente, hacen las instalaciones en cualquier punto de España.
Coches eléctricos: impacto positivo para el medio ambiente
Entre las múltiples medidas que se han tomado, y que se desean implementar en el medio y largo plazo, los coches eléctricos han sido fundamentales para impulsar la transición ecológica de forma más efectiva y rápida, y construir así un futuro mucho más sostenible, cuyos beneficios podemos apreciar desde el primer instante. Aunque sin duda, serán las nuevas generaciones, las que más nos lo agradecerán.
Los coches eléctricos constituyen una de las bases más importantes para la transición energética y ecológica, porque tienen un gran peso a nivel contaminante, sobre todo por la gran cantidad de coches que circulan en todo el planeta. Quizás, cuando observamos los beneficios en un único vehículo, el porcentaje de emisiones no sea tan impactante, pero cuando lo elevamos a los millones de coches que existen, el impacto es más que notable.
La ventaja es que en los últimos años se ha acelerado todo este proceso y tanto los fabricantes como las demás empresas relacionadas, proporcionan soluciones para facilitar la vida a los conductores que desean hacer esta transición. Por ejemplo, en lo que respecta al cargador de vehículo eléctrico, hoy en día contamos con opciones que son potentes y prácticas al ser compatibles con cualquier modelo de vehículo, lo que se traduce en una única inversión. Además, los mejores cargadores modernos son muy fáciles de utilizar y están diseñados para ser igual de efectivos, tanto en interiores como en exteriores.
A continuación compartimos algunas de las ventajas que trae consigo el uso de coches eléctricos para fomentar la transición ecológica.
- Cero emisiones
Sin lugar a dudas, una de las principales ventajas de los coches eléctricos, especialmente cuando los comparamos con los coches de gasolina o diésel, es que no generan emisiones. En este sentido, las emisiones cero son de vital importancia para que la calidad del aire que respiramos sea mucho más limpia. Los coches eléctricos no generan emisiones durante la conducción, y por ello, no contaminan tanto.
- Contaminación acústica
En muchas ocasiones, solemos subestimar este tipo de contaminación, pero también cumple un rol fundamental para nuestra salud y bienestar general. En el caso de los coches eléctricos, también se reduce de forma significativa la contaminación acústica, lo que representa un gran valor agregado, especialmente para todas aquellas personas que viven cerca de vías muy transitadas. Al reducir la contaminación acústica, también se reduce el estrés general.
- Eficiencia a nivel energético
Se ha demostrado que los motores modernos de los coches eléctricos son mucho más eficientes en comparación con los motores de combustión. Mientras que los motores de combustión tienen un rendimiento energético aproximado del 27%, el de los coches eléctricos se eleva hasta el 75%.
Además de lo anterior, los coches eléctricos no requieren el uso de refrigerantes, los cuales también son ampliamente contaminantes. Esto se debe, principalmente, a que los coches eléctricos no requieren tantas piezas móviles como sí es el caso de los de combustión. Es, justamente por lo anterior, que el mantenimiento de los coches eléctricos es considerablemente menor y, por supuesto, tampoco requiere el uso de refrigerantes, que se ha demostrado que son especialmente contaminantes para el medio ambiente, así como tampoco requieren el uso de aceites para el motor.
Las características anteriores se traducen, sin duda alguna, en una de las formas más efectivas de mejorar la calidad del aire que respiramos, porque el impacto es significativo cuando se extrapola a los millones de vehículos que circulan diariamente por todas las vías del mundo.
Impacto medioambiental
Por supuesto, la fabricación de coches eléctricos también supone un impacto a nivel medioambiental, pero continúan siendo mucho más ecológicos que los vehículos tradicionales, especialmente en lo que respecta a su uso. El porcentaje de contaminación es considerablemente más bajo, aunque es un hecho que durante la fabricación, el proceso sí es más contaminante en comparación a los coches tradicionales.
Pese a lo anterior, es un hecho que una vez que el coche es fabricado, el mismo reduce de forma drástica las emisiones que genera al medio ambiente. La huella de carbono se reduce significativamente y, en ese momento, es mucho menos contaminante que un coche de gasolina o diésel.
El porcentaje de reducción de emisiones se reduce en un 30%, sin embargo, si la recarga del vehículo se hace, a su vez, con un tipo de energía limpia, como puede ser eólica o solar, se pueden reducir las emisiones hasta en un 90%, en comparación con los coches convencionales.
Los coches eléctricos, con sus ventajas y desventajas, constituyen uno de los mejores cambios en lo que respecta a los beneficios para el cuidado del medio ambiente y la transición energética. Se trata, sin duda alguna, del presente y del futuro, y aunque todavía queda mucho camino por recorrer, se trata hoy en día de una de las mejores soluciones para reducir las emisiones y la huella de carbono, lo que se traduce en menos contaminación y en una mejora significativa para la calidad del aire que respiramos cada día.