Si eres un vapeador experimentado o simplemente alguien que lee las noticias sobre los nuevos productos en el mercado, probablemente te habrás encontrado con los términos vapeador desechable en algún momento. Durante un tiempo, parecía que estos productos desaparecerían en cuanto salieran al mercado, y así parecía ser. Pero no fue así, y ahora la nueva moda de los vapers desechables llego y parece que no sé ira por un buen tiempo.
¿Qué es exactamente un vapeador desechable?
La principal diferencia entre una cápsula de sabor típica y los vapers desechables es que la primera no se puede recargar, mientras que la segunda tiene una batería de larga duración y no se puede reponer. En consecuencia, los cigarrillos electrónicos desechables, o e-cigarrillos, deben desecharse en cuanto se agote la batería o la energía.
Un vape desechable también es más gordo y, en ocasiones, más colorido que un vapeador convencional, lo cual es una característica sutil pero crucial. También tiene forma de rotulador. Como resultado, los desechables pueden caracterizarse fácilmente como dispositivos de vapeo de un solo uso, listos para usar, que no necesitan cargarse ni recargarse y que están disponibles a precios bajos.
Historia reciente de los vapeadores desechables
La aplicación final de la FDA en enero de 2020 tuvo un impacto significativo en el reciente crecimiento de la popularidad y la demanda de vapes desechables. De hecho, la prohibición impedía a los propietarios de tiendas de vapeo vender cartuchos rellenables de e-líquido con sabor a fruta o a postre. En cambio, el e-líquido con sabor a tabaco sigue siendo de libre acceso.
Aunque a algunas personas les gusta el clásico con sabor a tabaco, las variantes aromatizadas eran las preferidas por un gran número de personas. La prohibición, por otra parte, impulsó el atractivo de los desechables, que no requieren un cartucho recargado. Los vapers desechables han crecido en popularidad debido a su bajo coste, tamaño compacto y facilidad de uso, incluso para las personas nuevas en esta área.
Vapeadores desechables vs. Pods desechables: ¿Cuál es la diferencia?
La principal diferencia entre un sistema de vapeo reutilizable (abierto) y un sistema de cigarrillo electrónico desechable es que el primero puede recargarse y rellenarse, mientras que el segundo no, de ahí la palabra desechable. A continuación te indicaré otras diferencias importantes:
- El precio: A largo plazo, un vape pod reutilizable es más rentable que un vapeador desechable porque rellenar el e-juice es menos caro. Sin embargo, debido a que las recargas de ya no están disponibles y un e-cig desechable es más barato que una vape de sistema abierto, el desechable puede considerarse menos caro.
- Rendimiento: Ambas partes de los dispositivos de vapeo ofrecen un nivel similar de satisfacción en términos de rendimiento.
- No requieren ningún tipo de mantenimiento por parte del usuario, basta con abrir el paquete y empezar a utilizarlo. Las cápsulas reutilizables, en cambio, requieren cierto mantenimiento y conocimientos técnicos por parte del usuario.
- Comodidad: El vapeador desechable es sin duda el ganador en esta categoría, después de todo, para eso se creó en primer lugar, para ofrecer al usuario la mayor cantidad de comodidad.
¿Qué hay en la caja de un vapeador desechable?
Los vaporizadores desechables tienen los mismos componentes que los cigarrillos electrónicos reutilizables. Como resultado, el típico modelo desechable puede incluir las siguientes características:
- El vapor se respira a través de una boquilla.
- El e-líquido se mantiene en esta cámara.
- Un atomizador es un elemento calefactor que genera calor para ayudar en el proceso de vaporización del e-líquido.
- El atomizador se alimenta de una batería.
Vapeadores desechables: ¿Cuánto cuestan?
La mayoría de los vapers desechables son menos caros que sus homólogos no desechables. Los usuarios tienden a pagar más por la oportunidad de reutilizar los vapeadores recargables, independientemente de la cantidad de nicotina que contengan. Los precios de los vapeadores desechables oscilan entre 5 y 12 euros, dependiendo del fabricante, el sabor y la cantidad de caladas.