El Telescopio Espacial Hubble ha conseguido una sorprendente visión general y sin precedentes de los primeros minutos de la catastrófica disipación de una estrella.
Los registros del Hubble, y de otras observaciones de la estrella desde telescopios espaciales y otros terrestres, han ofreció a los astrónomos información de gran importancia, generando un sistema de alerta temprana sobre el comportamiento de otras estrellas que se encuentran a punto de explotar.
«Los expertos solían hablar sobre las supernovas como si estuvieran investigado una escena de crimen, es decir con mucha precaución, donde se trata de averiguar qué le había pasado a la estrella afectada», expuso en un comunicado Ryan Foley investigador de la Universidad de California en Santa Cruz, y dirigente del equipo que hizo esta revelación. «Este es un escenario diferente, y verdaderamente sabemos lo que está pasando y efectivamente vemos la muerte de una estrella en tiempo real».
La supernova, titulada como SN 2020fqv, se localiza en las galaxias mariposa a una distancia de 60 millones de años luz de distancia de la tierra en la constelación de Virgo. Fue visto en abril de 2020 por el astrónomo Zwicky Transient Facility desde el Observatorio Palomar en California.
Los astrónomos notaron que la supernova estaba en constante observación y sincrónicamente por el Transiting Exoplanet Survey Satellite, uno de los satélites de la NASA diseñados especialmente para estudiar los exoplanetas, con la capacidad de mostrar una diversidad de otros fenómenos. Entrenaron al Hubble y a un grupo de telescopios terrestres vinculado en él.
Desde los observatorios pudieron observar la holística de una estrella en un periodo más temprano de su destrucción. El Hubble exploró el material más cercano a la estrella, conocido como material circunestelar, pocas horas de la fuerte explosión. Este material se despegó de la estrella durante su último año de existencia. Estas observaciones permitieron a los observadores comprender lo que le estaba ocurriendo a la estrella antes de su destrucción total.
«Considerando que en muy pocas ocasiones se puede examinar este material circunestelar de cerca, debido a que solo es visible durante un intervalo corto y, por lo general, no se empieza a observar una supernova hasta un par de días luego de la explosión», expuso Samaporn Tinyanont, primer escritor del estudio que se dio a conocer en Monthly Notices of the Royal Astronomical Society. «se pudo observar las ultrarrápidas con el Hubble, lo que facilitó una cobertura sin antecedentes de la región justo cerca a la estrella que estalló».
¿Cómo se dieron cuenta del estallido de la estrella?
Los investigadores analizaron las observaciones y datos obtenidos de Hubble de la estrella que se remontan a la época de 1990. El telescopio registro una imagen del sistema cada media hora iniciando varios días antes del estallido, por medio de la explosión misma y se extendiendo durante varias semanas. Hubble se usó de nuevo horas después de que los observadores detectaran por primera vez el estallido.