La carrera espacial no es algo nuevo. Ya en el año 1961 el entonces presidente de los Estados Unidos John F. Kennedy dijo que su nación sería la primera en lograr aterrizar en la Luna y así fue, puesto que el 20 de julio de 1969 los astronautas de la NASA posaron sus pies en nuestro satélite natural.
Ya han pasado 6 décadas desde ese hito en la historia de la humanidad, con todo, ha empezado una nueva carrera espacial hacia la Luna. No obstante, en esta ocasión hay mucho más en juego que simplemente colocar una bandera en su polvorienta superficie. Hay mucho más en juego y nuevos competidores listos para este viaje de más de 380.000 kilómetros a fin de poder controlar un portal permanente para llevar a los humanos a Marte y más allá.
Diversas agencias espaciales dicen presente en la carrera hacia la Luna
El científico jefe de la escuela de exploración de la tierra y el espacio de la Universidad Estatal de Arizona, James Rice, confiesa que creció con el programa Apolo de la NASA y desde entonces es un fanático del espacio. “Es por esto por lo que estoy en esta profesión hoy”, dijo Rice a The Daily Beast.
El citado científico reconoce que la actual carrera espacial hacia la Luna tiene algunas diferencias clave en relación con la de hace 60 años atrás. Afirma que hay muchos cambios en términos de tecnología y jugadores.
En esta nueva carrera espacial no es la misma luna en la que pensábamos durante las misiones de Apolo, los astrónomos han aprendido muchísimo sobre la luna a través de los análisis de las muestras obtenidas, así como las numerosas misiones que investigan qué es lo que esconde nuestro satélite natural, sostuvo Rice.
La Luna puede estar repleta de reservas de agua
Los científicos sostienen desde hace más de una década que la Luna puede estar llena de reservas de hielo y agua. Con todo, con el pasar de los años se cree que este hielo puede estar mucho más entendido de lo que se pensaba anteriormente. De allí surge la idea de construir una base permanente en la luna que los astronautas podrían utilizar para llegar a Marte y otros destinos espaciales.
El agua se convierte en un recurso indispensable para los astronautas, no solo para que lo beban, sino para convertirse en una potencial fuente de combustible para cohetes. Es bien sabido desde la infancia que el agua está compuesta por hidrógeno y oxígeno. El hidrógeno es mundialmente conocido como el tipo de propulsor más eficiente, mientras que el oxígeno se combina con el combustible para provocar la combustión lo que facilitaría el acceso al destino en esta nueva era de carrera espacial.