A través de un informe militar desclasificado muestra que un objeto se aproximo a este planeta a comienzos del 2014 se creó en otro sistema estelar.
Un meteorito del grosor de un lavaplatos se precipitó sobre las playas de Papúa Nueva Guinea casi antes del amanecer, mientras se quemaba en la fuerte fricción de la atmósfera terrestre. Dos científicos de Harvard objetaron que no se trataba de una piedra espacial cualquiera: se creó en otro sistema estelar, expresaron, lo que lo convierte en el primer meteorito encontrado de origen interestelar.
El concepto no fue aceptado para su divulgación
Escribieron la afirmación extraordinaria y la remitieron a una revista de astronomía. Pero el concepto no fue aceptado para su divulgación. Los revisores observaron una falta de datos suficientes para confirmar la afirmación sobre la posible bola de fuego en los registros publicados, que procedían de una base de registros de la NASA y se fundamenta en lecturas que estaban deslucidas porque procedían de satélites de la comunidad de inteligencia de E.E.U.U y podrían reconocer cómo los militares monitorean los posibles lanzamientos de misiles.
“Pensamos que esto fue una causa perdida”, expresó uno de los investigadores, Amir Siraj, un alumno de pregrado de Harvard que se dedica al estudio de astrofísica. Sin los registros más completos, aceptó, era difícil «descubrir si el objeto era realmente interestelar o no».
Pero resultó que la realidad estaba ahí fuera. El mes de marzo, el Comando Espacial estadounidense, envió un memorando a los expertos de la NASA que aseveraba que los registros de los sensores de los satélites de advertencia para misiles “eran lo adecuadamente precisos para mostrar una trayectoria interestelar” para el posible meteorito. La divulgación del memorando fue el auge de un esfuerzo de tres años por parte de Siraj y un distinguido astrónomo de Harvard, Avi Loeb.
No se ha corroborado con exactitud
Muchos expertos, incluyendo los de la NASA, expresan que el ejército aún no ha publicado los datos suficientes para corroborar los orígenes interestelares de la piedra espacial, y una portavoz expresó que el Comando Espacial se enviará a otras autoridades sobre el asunto.
Pero no fue solo esta la única información sobre meteoritos que se revelaron. Los militares igualmente ingresaron a la NASA con cientos datos militares secretos sobre el resplandor de otras bolas de fuego o como otro los llaman bólidos.
“Es un nivel inusual de visibilidad de un grupo de datos procedentes de ese mundo”, expresó Matt Daniels, subdirector de seguridad astronómico en la Oficina de Política Científica y Tecnológica ubicado en la Casa Blanca, quien trabajó en la divulgación de datos.